En el transcurso de los últimos cincuenta años, la sociedad ha asistido a un cambio social que se podría calificar como el más acelerado de la historia de la humanidad. Mientras la práxis pastoral de la Iglesia sigue inalterada en su mayor parte con respecto a la que existía antes de este estado de vaivenes.
¿Qué es lo qu hay que hacer? Tiene que darse una nueva evangeliziación. Jesucristo debe ser propuesto de nuevo. Debemos atravesar las invisibles corazas que muchos de nuestros contemporáneos llevan.
Buen abogado tenemos en el Santo Cura de Ars. Él inflamó los corazones de sus contemporáneos en el amor a Cristo. Pidámos que nos enseñe y ayude a hacer lo mismo en este tiempo nuestro:
¡Oh, Santo Cura de Ars, danos tu sabiduría, haznos buenos sacerdotes, compromete neustras vidas!
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