Leí una vez la historia de una joven que quería ser una gran bailarina. Día tras día daba lo mejor de sí ensayando horas y horas, entrenando duramente, cuidándose… con el sueño de alcanzar su oportunidad
Esta se presentó allí donde vivía con la llegada a la ciudad de un famoso director ruso que andaba buscando talento y había organizado, con ese propósito, un casting en el gimnasio de un gran hotel.
Acabadas las pruebas, a las que concurrió nuestra joven protagonista, ella le preguntó: ¿cree que puedo triunfar en el ballet?
Él negó con la cabeza mientras le dijo: lo siento, no. No lo veo nada claro.
La joven se marchó llorando y… tiró la toalla. Y las zapatillas de media punta.
Pasados bastantes años, ya casada y con varios hijos, se enteró de que “su” director estrenaba obra en la ciudad.
Recordó con añoranza sus sueños y “se regaló” un billete para asistir a la función.
Al concluir la actuación se las ingenió incluso para acceder al director y felicitarle por el éxito de la obra.

Hecho esto, le dijo: −Usted no me recordará pero vine a un casting cuando era joven con el sueño de hacer de la danza mi profesión. Lo deseché, pues usted me dijo que no triunfaría en esto.
−Se lo digo a todos, respondió aquél.
−¿Cómo? preguntó atónita.
−Sí. Sé por experiencia que quienes triunfan de verdad lo hacen porque realmente creen en ellos mismosPor encima de lo que les digan los demás.
Detente un momento y piensa si alguna vez, quizás en otros ámbitos, has renunciado a algún sueño por inseguridad, por no creer suficientemente en ti, por no atreverte a salir de tu zona de confort, por temor…

Te dejo diez citas. Saboréalas. Y grábalas en tu cabeza:

1. Recuerda que nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento(Eleanor Roosevelt).
2. Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, tienes razón (Henry Ford).
3. Para triunfar, tu deseo de éxito debe ser mayor que tu miedo al fracaso (Bill Cosby).
4. La forma más común de que las personas renuncien a su poder es pensar que no tienen ninguno (Alice Walker).
5. Ten grandes sueños y atrévete a fallar (Norman Vaughan).
6. Nunca podrás cruzar el océano hasta que tengas el coraje de perder de vista la costa (la ponen en boca de Cristóbal Colón).
7. Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo (George Adair).
8. Muchos de nosotros no vivimos nuestros sueños porque estamos viviendo nuestros temores (Les Brown).
9. Una vez que eliges la esperanza, todo es posible (Christopher Reeve, Superman). Y, sobre todo:
10. Cree en ti y llegará un día en que otros no tendrán más remedio que creer en ti(Cynthia Kersey).
Hace mucho que aprendí de mi mujer, bretona, de Nantes, una expresión gala que condensa este decálogo −o al menos, lo que con él te quiero transmitir− en cuatro palabras: “Imposible no es francés”.
Así que cuando mi mujer, francesa, se empeña en que algo puede hacerse… ¡vaya que sí se puede! Y no hay más que discutir. Aunque mira que me toca repetirle: “Cuando te digo que voy a hacer algo, lo voy a hacer. ¡No hace falta que me lo estés recordando cada seis meses!”.
Acabo con algo parecido al dicho francés, pero en versión castellana: “el que la sigue, la consigue”. ¡Ay, bailarina, me parece que tú no eras ni de aquí ni del otro lado de los Pirineos!
Oye, y tú ¿qué tal bailas?