Gracias a WhatsApp y otros medios he podido seguir de cerca la beatificación, aunque en los momentos centrales estuve celebrando la Santa Misa. Doy gracias a Dios por este gran acontecimiento, que tanto supone para mis grandes amigos salvadoreños, guatemaltecos y centroamericanos. Que el nuevo Beato los impulse a la entrega, la generosidad, la fidelidad y la alegría.
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