El pasado domingo, Domingo de Ramos, el Papa Francisco nos mostraba cómo seguir a Jesús y cómo podemos aprender el camino: “en el camino del servicio, de la donación, del olvido de uno mismo”. “Podemos aprender este camino deteniéndonos en estos días a mirar el Crucifijo, que es la “Cátedra de Dios”, para aprender el amor humilde, que salva y da la vida, para renunciar al egoísmo, a la búsqueda del poder y de la fama”.
LA CRUZ de Cristo es la manifestación MÁXIMA de la Misericordia, de la esencia de Dios. Sin la cruz y la resurrección del Señor, los creyentes seríamos los más dignos de lástima y conmiseración de todos los hombres, decía san Pablo, y toda nuestra fe y religiosidad seria vana.
1 Corintios 2 - (Biblia de Jerusalén 1998)
1. Pues yo, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios,2. pues no quise saber entre vosotros sino a Jesucristo, Y A ÉSTE CRUCIFICADO.Toda la doctrina de san Pablo rezuma la importancia y las riquezas de la CRUZ. Y ningún creyente, por torpe que sea, debería ignorar sus riquezas y beneficios.
1ª Corintios 1, 17. Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio. Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.18. Pues la predicación de la cruz es una locura para los que se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.
Contemplemos, admiremos, escalemos ... la CRUZ, pues en ella mana nuestra VIDA y nuestro VIVIR.
Gálatas 2, 19. En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado;20. y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.21. No anulo la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justicia, habría muerto en vano Cristo."
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