Sigo con emoción lavisita del Papa a este estado mexicano, frontera con Guatemala, e imagino qu muchos guatemaltcos se habrán hecho presentes allí, a los que me uno de corazón. Escucho también con emoción las palabras del Papa tan afectuosas para con los pueblos indígenas, tan claras y tan llenas deempuje para remover los corazones e iluminar las conciencias ¡Gracias, Santo Padre!
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