Amanecieron los tejados nevados y en las orillas de la calle se amontonaba la nieve.
Este domingo del bautismo del Señor ha transcurrido feliz y cubierto de la blancura de la nieve que recuerda la vivificadora agua del bautismo que alimenta y fecunda nuestra entera vida.
Y como gran regalo del día la visita del P. Roberto Carlos, que estudia en Pamplona, acompañado de los P. René, Inocencio y Eliseo, salvadoreños todos. Regresaban de Tierra Santa y hemos podido compartir un feliz encuentro, recordando los tiempo alegres compartidos en El Salvador. Muy agradecido por su visita valiente, que no ha temido el obstáculo de la nieve.
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