La adicción –que no la simple afición– a los videojuegos puede considerarse una enfermedad. Así lo ha decidido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en la próxima edición de su Clasificación Internacional de Enfermedades (el ICD-11), anunciada para mayo de este año, le otorga al problema la categoría de trastorno.
El padecimiento, según la nota del organismo, estará definido como un patrón de comportamiento ante el videojuego, caracterizado por un control inadecuado de este y por la cada vez mayor prioridad que se le da, hasta el punto de que “toma precedencia sobre otros intereses y actividades diarias”. Es, en síntesis, colocarlo por encima de todo lo demás, “a pesar de las consecuencias negativas”.
Según la OMS, al darle la categoría de “trastorno”, la adicción puede ser objeto de un tratamiento más específico y de medidas de prevención más oportunas
Por supuesto, no tiene un trastorno por adicción todo el que tome en sus manos un mando para pasar una tarde con los amigos, poniendo a correr en la pantalla a un Messi y a un Cristiano Ronaldo virtuales. Para que pueda diagnosticarse, el patrón de comportamiento de la persona tiene que revelar una clara alteración de sus hábitos de vida, tanto en lo que la concierne a sí misma como en su relación con la familia, con los compañeros de trabajo y con las amistades. Y hay que observar si ha mantenido esa conducta por un largo período (un año como mínimo).
Artículo completo en Aceprensa.comJuan Ramón Domínguez-Palacios / lacrestadelaola2028.blogspot.com
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