Leemos en el blog de Rafael Sanz los versos de una poetisa francesa del siglo pasado expresan bien la docilidad y la flexibilidad ante la vida, lo que significa obedecer y amar a Dios y dejarse llevar por Él:
«Señor, haznos vivir nuestra vida
no como un juego de ajedrez
en el que todo se calcula,
no como un partido en el que todo es difícil,
no como un teorema que nos rompe la cabeza,
sino como una fiesta sin fin
donde se renueva el encuentro contigo,
como un baile,
como una danza en las brazos de tu gracia,
con la música universal del amor».
no como un juego de ajedrez
en el que todo se calcula,
no como un partido en el que todo es difícil,
no como un teorema que nos rompe la cabeza,
sino como una fiesta sin fin
donde se renueva el encuentro contigo,
como un baile,
como una danza en las brazos de tu gracia,
con la música universal del amor».
Madeleine Delbrêl
La danza. Dejarse llevar
La danza. Dejarse llevar
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