Por no abrir los ojos esta ciudad creyente se había convertido en impía. Una tentación grande: cerrar nuestros ojos y oídos frente a la presencia de Dios.
Meditación del Evangelio de Hoy: Lucas 19,41-44
Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo:
“¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”.
Una reflexión en video sobre cómo abrir los ojos
El artículo Abrir los ojos lo publicó Fabián Castro primero en Catolicus.
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