Con buena participación, a pesar del mal tiempo, hemos vivido en Villamediana el tercer día de la Semana Bíblica con la que preparamos el "Domingo de la Palabra de Dios". De esta tercera sesión, el tema ha sido: Y lo seguía por el camino (Mc 10, 46-52). Resultando una muy participada lectura orante.
Quiero dedicar este precioso texto, de la liturgia de las horas, a la Palabra de Dios:
En el principio, tu Palabra. Antes que el sol ardiera, antes del mar y las montañas, antes de las constelaciones, nos amó tu Palabra.
Desde tu seno, Padre, era sonrisa su mirada, era ternura su sonrisa, era calor de brasa. En el principio tu Palabra.
Todo se hizo de nuevo, todo salio sin mancha, desde el arrullo del río hasta el rocío y la escarcha; nuevo el canto de los pájaros, porque habló tu Palabra.
Y nos sigues hablando todo el día, aunque matemos la mañana y despreciemos la tarde, y asesinemos la alborada. Como una espada de fueto, en el principio, tu Palabra.
Llénanos de tu presencia, Padre, Espíritu, satúranos de tu fragancia; danos palabras para responderte, Hijo, eterna Palabra. Amén.
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