La profesora de Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, María Calvo, y autora de varios libros sobre educación y diferencia sexual, ha defendido esta semana en Valencia, en la primera sesión de los “Diálogos de Almudí”, “la necesidad de impulsar una nueva revolución sexual –no la de 1968 que está anticuada – basada en la alteridad sexual”.
Calvo defendió que la diferencia sexual no separa, sino que complementa y que los resultados de la educación diferenciada están probados científicamente. Además, alertó sobre las graves consecuencias de la enseñanza de la ideología de género en niños menores de edad, presentando una neutralidad sexual que lleva a confusión y frustración.
Impartió la ponencia “Alteridad Sexual: Aproximación científica” en la Facultad de Teología de Valencia “San Vicente Ferrer”, defendiendo que esa nueva revolución va “en defensa de la naturaleza humana ante la crisis de identidad y de civilización en nuestra sociedad actual”.
Según Calvo, la revolución que propone permitiría “un nuevo disfrute de la vocación matrimonial y defendería la existencia de una alteridad sexual, que no nos separa, no nos hace distantes, sino que nos complementa y nos equilibra como seres humanos”.
“Estamos ante una crisis de civilización, aunque casi sólo oigamos hablar de crisis educativa o económica, estamos eliminando el uso de la razón, sobre la que priman los deseos o los sentimientos, estamos eliminando a Dios, nuestras raíces religiosas y a la Ciencia”.
La ideología de género juega a ser Dios
Para la profesora Calvo, “con la ideología de género se juega a ser Dios, quiere crear el hombre su propia identidad y quiere corregir una supuesta deficiencia o incorrección de la naturaleza cuando no hay una coordinación entre el aspecto exterior y el sentimiento interno sexualmente hablando”.
“Los avances técnicos y científicos han permitido demostrar que existe biológicamente una alteridad sexual, hay diferencias físicas entre el hombre y la mujer ya desde la gestación”, afirmó la profesora, a la vez que señaló que “aunque la sexualidad está inscrita en cada una de nuestras células, la ideología de género niega esta evidencia porque se basa en emociones y deseos”.
María Calvo señaló que “se está haciendo un daño en las escuelas, impartiendo la ideología de género a alumnos de tres, cuatro o cinco años, con una educación sexual para la que no están preparados, presentando la sexualidad como algo neutro, y generando confusión, crisis de identidad y frustración”.
“Para la doctrina católica la alteridad sexual forma parte de la esencia del ser humano y de su personalidad – que siempre será masculina o femenina -, pues el sexo es constitutivo de las personas y no un mero atributo externo o diferencia fisiológica sin repercusión en el correcto y pleno desarrollo del ser humano”, afirmó.
religionconfidencial.com
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