Sábado 29 de Abril de 2017
Nuestra Señora del Valle. (ML). Blanco.
Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia. (ML). Blanco.
Nuestra Señora del Valle: Alrededor del año 1600 los indios calchaquíes que vivían cerca de la ciudad de Catamarca comenzaron a honrar en la cueva de Choya una imagen de la Virgen María de origen desconocido. El administrador español don Manuel de Salazar, agradecido por los beneficios recibidos, le construyó una capilla (1660) que con el correr de los tiempos se transformaría en la actual Catedral de Catamarca (1910). La Madre de Jesús, representada en esa imagen morena, comenzó a ser invocada como Nuestra Señora del Valle o simplemente Virgen del Valle. Fue coronada solemnemente por indicación del papa León XIII en 1891 (Los nombres de María, Ed. A.Mi.Co.).
Catalina: (1347-1380) fue terciaria dominica en Italia. Vivió en una época convulsionada, en la cual los príncipes de distintas ciudades italianas vivían en guerra constante. Ella fue una promotora de la paz y alternaba su vida en el convento de las dominicas de Siena con viajes que hacía para entrevistarse con los señores de cada ciudad. También fue testigo de la división interna de la Iglesia, cuando el Papa se trasladó a Avignon. La intervención de Catalina, tanto por escrito como en forma personal, logró que la Iglesia volviera a la unidad.
Antífona de entrada 1 Ped 2, 9
Ustedes son un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz. Aleluya.
Oración colecta
Padre misericordioso, aparta de nosotros las consecuencias del pecado que tú mismo has borrado en el misterio pascual por la resurrección de Cristo, tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien: Virgen del Valle
Dios todopoderoso y eterno, que amparas y proteges a cuantos invocan a la inmaculada Virgen María con la advocación del Valle, concédenos, por su ejemplo e intercesión, vivir plenamente nuestra fe y alcanzar la verdadera libertad de tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
O bien: Santa Catalina de Siena
Señor Dios nuestro, que otorgaste a santa Catalina de Siena un amor intenso para contemplar la pasión de tu Hijo y para servir a la Iglesia, concédenos, por su intercesión, que tu pueblo, unido al misterio de Cristo, se alegre siempre en la manifestación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 17, 24
Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado. Aleluya.
Oración después de la comunión
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Lectura Apoc 21, 1-5a
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: “Esta es la carpa de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será con ellos su propio Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó”. Y el que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”.
Palabra de Dios.
Comentario
La visión de este hombre nos devuelve la esperanza: el mal no es la palabra definitiva de la historia; la muerte no ganará a la vida. Ese mundo nuevo, esa vida nueva, llegará al final de los tiempos. Pero también llega en cada entrega amorosa de cada hombre y mujer que cree que el mal debe y puede ser vencido.
O bien: Éf 1, 3-6. 11-12.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En él, hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano para ser alabanza de su gloria, según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad.
Palabra de Dios.
[Sal] Jdt 16, 13-15
R. ¡Alabado sea Dios, el Señor!
Cantaré a mi Dios un canto nuevo: Señor, tú eres grande y glorioso, admirable por tu poder e invencible. R.
Que te sirvan todas las criaturas porque tú lo dijiste y fueron hechas, enviaste tu Espíritu y él las formó. R.
Las montañas y las aguas se sacudirán desde sus cimientos, las rocas se derretirán como cera en tu presencia, pero tú siempre te muestras propicio con aquellos que te temen. R.
Aleluya Lc 2, 19
Aleluya. ¡Feliz la Virgen María, que conservaba la Palabra de Dios y la meditaba en su corazón! Aleluya.
Evangelio Jn 19, 25-27
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Junto a la cruz de Jesús, estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquella Hora, el discípulo la recibió como suya.
Palabra del Señor.
Comentario
“Jesús anuncia el nacimiento de una nueva familia escatológica; su reino es una unión familiar; sus discípulos van a tener el mismo Padre y la misma madre que él, siendo plenamente hermanos y hermanas entre sí. El discípulo acogió a María en su casa. Todo cristiano está llamado a acoger a María como madre en su corazón”.
O bien: Lecturas de la feria
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