Monseñor Lozano y Milagro Sala
Anoche llegaba de confesar y dar una unción a un enfermo. Era alrededor de las 23.00. Me dispongo a cenar… y suena el teléfono. Era un jujeño. Sí: un jujeño de Jujuy. Con todo el tonito norteño y la preocupación de un católico que ama a su Iglesia y se molesta cuando se denosta su nombre. Yo no entendía nada. Me habló de los desastres y el miedo que había infundido Milagro Sala en la zona. Me dijo (Siga leyendo en el blog haciendo click en el título... )
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