Se goza tanto contemplándo sus pequeñas figuras, sus ingeniosos paisajes, su expresiva símbología, sus anacronismos, su Misterio…
Es tan bonito ver el evangelio con colores, dimensiones y luces…
Es así tan fácil meditarlo…
Pero ya pienso en recogerlo, para que la próxima Navidad me siga gustando, sorprendiendo y encantando…
¡Adíos muy sentido, Belén parroquial!¡Gracias por los bonitos días que nos has acompañado, alegrado e ilustrado!
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