Y lo pongo en el blog por acontecimiento singualar y poco frecuente: hoy recibí una carta fechada el 15 de diciembre de 2015, con ocho sellos de un quetzal cada uno y remitida por el P. Abelardo desde Sololá, en Guatemala.
Cada año yo le escribo al correo electrónico de otro sacerdote, para que se lo imprimea y entregue en su cumpleaños el 1 de noviembre, y él me contesta tiempo después, en una comunicación a la vieja usanza.
Las noticias que me cuenta las conozco ya por otros medios, pero siempre me gusta ver los matices y apreciaciones que él hace, que los hace siempre con agudeza y lucidez. En fin que me alegró recibir su carta, que ya me parecía se retrasaba más que de costumbre ¡Que vivan las antiguas costumbres!
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