Un rey tenia un jardín del cual, estaba muy orgulloso, pues en él crecían los mejores árboles, y los cuidaba y contemplaba con admiración. Un buen día, paseando entre los árboles de su jardín descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
Un rey tenia un jardín del cual, estaba muy orgulloso, pues en él crecían los mejores árboles, y los cuidaba y contemplaba con admiración. Un buen día, paseando entre los árboles de su jardín descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
Entonces el rey le preguntó al Roble que le pasaba y este le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose, el rey al Pino, lo halló en el suelo y se interesó por lo que le pasaba y este le respondió que porque no podía dar uvas como la Vid. Acercándose a la Vid descubrió que también ella se moría porque no podía florecer como la Rosa. Miró a La Rosa y la encontró llorando porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
—No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda."
Dios cuando nos creó, pensó en cada uno tal como somos, con nuestras cualidades y defectos, y tal como somos es como tenemos que luchar para encontrar a Dios, sin fijarnos en como son los demás, ni esperar a ser de otra manera para empezar a luchar, ni quedarnos en la mística hojalatera, como decía San Josemaría Escrivá de Balaguer, ¡hojala fuese alto!, ¡Hojala fuese inteligente…!, tal como somos nos quiere Dios.
anecdonet.com
Entonces el rey le preguntó al Roble que le pasaba y este le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose, el rey al Pino, lo halló en el suelo y se interesó por lo que le pasaba y este le respondió que porque no podía dar uvas como la Vid. Acercándose a la Vid descubrió que también ella se moría porque no podía florecer como la Rosa. Miró a La Rosa y la encontró llorando porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
—No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda."
Dios cuando nos creó, pensó en cada uno tal como somos, con nuestras cualidades y defectos, y tal como somos es como tenemos que luchar para encontrar a Dios, sin fijarnos en como son los demás, ni esperar a ser de otra manera para empezar a luchar, ni quedarnos en la mística hojalatera, como decía San Josemaría Escrivá de Balaguer, ¡hojala fuese alto!, ¡Hojala fuese inteligente…!, tal como somos nos quiere Dios.
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