Ayer lo intenté de todas las maneras posibles, pero no hubo manera de subir la imagen. Encima, había escrito el texto antes de subir la imagen, con lo cual, lo de “Olimpo cerduno” pudo dar lugar a muchas interpretaciones. Y, realmente, era eso un “Olimpo”… cerduno.
Siempre escribo el post después de cenar, ayer se me olvidó hacerlo antes. Cuando lo escribí, se me nota que lo hice bajo el influjo del sueño, de mucho sueño. Y eso que todavía no era la una de la noche.
Hoy escribiré algo más, después. Vaya este post por delante con tantos cerditos encantadores. Si hacéis click, se agranda y veréis todos los detalles. ¡Con toda razón guardé esta imagen para el primer post del año!
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