Léxico eclesial: ni inocente ni casual.

Todas las IDEOLOGÍAS han sido -y son: es lo suyo- maestras en el arte del lenguaje. Para corromperlo, por supuesto. Es la premisa mayor con la que primero se manejan: sólo corrompiendo el lenguaje se puede imponer luego -y a la vez- la ideología correspondiente, que es, por definición, sustitutiva de la verdad. Y siempre para dominar a los demás, que es lo que toda “buena” ideología pretende.

¿Por qué?

Porque EL LENGUAJE -así nació, creció y se desarrolló en todas sus potencialidades, incluida “el arte de la palabra": se haga literatura, poesía, canción, rezo, trato, pensamiento, enseñanza, escritura, comunión y amor-, el verdadero y genuino lenguaje -nuestro hablar-, es “expresión” a lo humano -manifestación- de LA REALIDAD: conocida, o intuida, o sospechada, o ideada, o idealizada… Y la realidad, por definición es contraria a cualquier ideología que, para conseguir lo que busca, debe -también por definición- destrozar antes la realidad que poseen las palabras.

Lo vemos con la ideología de género, con el aborto, con el (mal)hacer político -sólo saben mentir, porque solo quieren mentir, porque solo buscan corromper-, con la educación -¡qué sarcasmo-, con la imposición de toda clase de “ideologías” que, cuanto más cruelmente inhumanas son, con más ahínco se pretenden imponer. Cueste lo que cueste: ¡será por dinero!

Los efectos están a la vista: desde el fracaso escolar -España está casi en cabeza-, hasta el engancharse los críos ya con 12 añitos al alcohol, las drogas o el sexo, pasando por la ideología de género, el aborto -115.000 anuales de media en los últimos años-, la anticoncepción, los fracasos matrimoniales, el adoctrinamiento -ahí está la ¿educación? en Cataluña como demostracion práctica de lo que son las ideologías y lo que pueden llegar a hacer para conseguir lo que buscan-, el nefasto(mal)hacer político y de los políticos -sólo saben mentir, porque sólo quieren mentir, porque sólo buscan corromper-, la eutanasia desbocada -sólo en Holanda han echado las cuentas y para este año prevén que les van a salir unas cuantas miles-, el “suicidio demográfico", la falta de dinero para las pensiones, etc. Un verdadero, creciente, inhumano e indigno desastre.

El problema es que todo esto -la perversión del lenguaje, las ideologías- se están infiltrando -están ya dentro de hecho- en la Iglesia Católica. Como algo buscado, promocionado, ventilado, puesto en marcha…, y no atajado: salvo excepciones, que alguna hay; por ejemplo, los obispos polacos pidiendo TODOS A UNA que se destierre el aborto del país. Y lo van a conseguir: porque una mayoría más que suficiente de polacos ya se han desengañado del “paraiso” en el que los querían meter los “europeos". Y les están diciendo que “con su pan se lo coman". Es decir, los polacos gritan una vez más: ¡LIBERTAD!

Este “diluir” el lenguaje eclesial, difuminar sus significados de siempre, cuestionar las formulaciones ortodoxas como “nocivas” -precisamente por ortodoxas-…, no se está dando en la Iglesia como algo puntual, sino como “modus operandi". Cuando no se pasa ya directamente a lanzar los obuses sin tapujos ni disimulos, caigan donde caigan y maten a quien maten: siempre serán meros “efectos colaterales", “necesarios” cuando no bienvenidos para “el bien que llegará".

Ejemplos tenemos todos los días y a todas horas. Ejemplos son lo que más nos sobran. Desde el “inocente” busquemos la Iglesia “soñada” -la Iglesia no es objeto de sueño, ni puede serlo-, hasta el abogar directamente porque los críos se masturben ya desde bien temprano: que las cosas, para aprenderlas bien y que queden, hay que enseñarlas desde pequeñines.

Y los que hablan no son unos pardillos: de la cúpula eclesial hacia abajo largan unos cuantos. Y se publica: por eso lo sé. Y por eso largan.

Este viernes pasado, 10-XI, el mismo papa Francisco nos decía en su homilía matutina en Santa Marta que si algo no podemos permitirnos los católicos es “ser ingenuos".

Pues vamos a dejar de chuparnos el dedo. Que ya es hora. Y vamos a clamar contra todo lo que pretenda quitarnos nuestras creencias más firmes, porque no son nuestras: nos las ha dado el mismo Dios en su Hijo Jesucristo. Y nos anima y ayuda a vivir conforme a ellas el mismo Espíritu Santo. Esto es la vida cristiana.

Lo otro es pura ideología: mentira, corrupción y muerte.

Let's block ads! (Why?)

13:48

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets