Contra la inveterada opinión de que los jóvenes “de ahora” son peores que los de antes, hay razones para pensar que los actuales, al menos, se comportan mejor que los de la generación precedente. Cometen menos delitos y faltas, y consumen menos alcohol y drogas.
Los datos disponibles no permiten aún afirmar que la tendencia es consolidada, pero corroboran los indicios, detectados últimamente, de que hoy los jóvenes son menos transgresores. Así lo muestran estadísticas policiales y judiciales en varios países.
Las recopiladas por Eurostat sobre 25 países de la Unión Europea reflejan una disminución general de la población reclusa de 2008 a 2014. El número de presos adultos bajó un 3,5%, pero el de los menores retenidos en el sistema penal juvenil, mucho más: casi un 42%.
Los casos de Francia y España son paralelos, aunque cada uno medido de manera distinta. Los menores investigados o detenidos por la policía francesa aumentaron mucho hasta 2010, y luego comenzaron a disminuir. Su proporción entre el total de personas en ese caso, que llegó al 22%, ha bajado al 17%.
También en España se alcanzó un pico en 2010. Y desde entonces, la delincuencia juvenil ha caído de 17,4 delitos o faltas por habitantes de 14-17 años, a 13,6 en 2015, según las estadísticas oficiales. En cambio, la tasa de los adultos lleva algunos años subiendo ligeramente.
Aceprensa.com
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