Vaya por delante que servidor tiene colocadas en su parroquia no una, ni dos, ni tres… sino cuatro pilas de agua bendita, a saber: dos en el templo principal, una en la capilla de diario y otra en la capilla de adoración perpetua.
Dicho esto, hay personas que no aciertan a comprender por qué hay bastantes templos que carecen de pila de agua bendita en la entrada, cosa que suelen achacar a la falta de fe o a la desidia del señor cura de turno. No sé si será esa la razón al algún caso, pero sí quiero dejar claros algunos problemas que surgen de algo tan inocente como una pileta de agua bendita en una iglesia cualquiera.
UNO. Compañeros tengo que han observado cómo hay gente que, literalmente, les roba el agua bendita. Entran en el templo con su botellita, miran a todos los lados, le rellenan y se largan. Incluso un colega me decía que para evitar eso tenía unas pilas de agua bendita prácticamente panas. Es igual. En una ocasión alguien se llevó el agua a base de empapar una esponja.
¿Para qué se usa posteriormente? Pues desde las cosas más inocuas, como tener en casa para santiguarse, a otras más supersticiosas, como echarla en la comida para que siente bien, sin descartar su empleo en ritos paganos e incluso satánicos.
DOS. En iglesias del centro de Madrid se ha llegado a descubrir la presencia de toxicómanos que aprovechaban esas pilas para “limpiar” sus jeringuillas. No hace falta decir más. El sacerdote responsable prefirió acabar con el agua antes que asumir ciertos riesgos.
TRES. Y le ha pasado a un servidor. Estás celebrando misa, y ves entrar a una persona, colocarse junto a la pila, sacar el peine, empaparlo y retocarse los pelos. Pues entre el mal uso y el asco que da, ya me dirán que haces…
CUATRO. Mozalbetes que aprovechan las pilas para jugar y empaparse de agua.
Tenemos un problema clarito de falta de formación en los fieles, que no saben el valor ni el uso del agua bendita. Pero a esto hay que añadir una falta de respeto y educación que cada día aumenta y aumenta. Aparte, claro está, del toxicómano que no está para valoraciones piadosas, o el supersticioso o incluso el satanista que busca otros asuntos.
Total, que no vamos a tener en cada parroquia guardas jurados, que a este paso nos harían falta. Pero que hay que comprender cómo están las cosas.
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