Que con lo del video del santo padre hemos tenido unas jornadas de especial intensidad.
Les prometo que son cosas de las dos últimas semanas. Simplemente, tres escenas.
UNO. Servidor sentado en el confesionario. Alba, estola, luz encendida y breviario en mano. En esto una persona que toca al cristal:
– Perdone, ¿está usted para confesar? -La tercera que me pregunta lo mismo-
– No. Es que me encanta vestirme así y sentarme aquí para leer la prensa.
– Perdone. Yo es que quería confesarme, pero si está leyendo el periódico no le molesto…
– Disculpe la broma. Claro que estoy para confesar…
DOS. A punto de comenzar un bautizo. Mientras llega la familia, aprovecho para colocar unos carteles que acaban de traernos. Servidor de clergyman riguroso y tirilla bien visible. En esto, los primeros invitados:
– Buenas. ¿Es usted sacerdote?
– Caramba… ¡qué perspicacia! ¿Y cómo se han dado cuenta?
TRES. Despacho parroquial. Servidor sentado a la mesa, de negro riguroso, tirilla… Vamos, uniforme completo. En esto que aparece una persona:
– Estaba buscando un sacerdote. ¿Usted es sacerdote?
– Tengo toda la pinta: de negro, con tirilla y sentado en el despacho parroquial.
– Ya, pero podía vestirse así y ser otra cosa.
– ¿Y sentado en el despacho?
– Podía estar arreglando el ordenador.
– ¿Pero usted se cree que los que arreglan ordenadores se visten así?
– Mire padre, igual que hay curas que llevan camisas de cuadros, lo mismo los de los ordenadores se visten de curas, yo ya no me fío…
This entry passed through the Full-Text RSS service – if this is your content and you’re reading it on someone else’s site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.
Publicar un comentario