Prelados católicos, ortodoxos y protestantes organizan diferentes actos para rezar juntos por los fieles perseguidos y también por la paz, ante la amenaza del laicismo beligerante.
Las Iglesia celebra del 18 al 25 de enero la “Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos” que este año lleva por lema, “Destinados a proclamar las grandezas del Señor”. Durante estos días, en todas diócesis españolas se organizan distintas celebraciones ecuménicas.
En el mensaje escrito por la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales con motivo de esta semana de oración, los obispos afirman que “en Europa, cada día nos damos más cuenta de la importancia que tiene el diálogo interreligioso para luchar juntos contra un laicismo beligerante, que pretende excluir a Dios y a la religión del espacio público”.
Asimismo, señalan que “también es cada vez más evidente la necesidad de ese diálogo para aislar al fanatismo nihilista, que nada tiene que ver con una vivencia auténtica de la religión, y para construir un futuro de paz verdadera y estable”. El director del Secretariado de Relaciones Interconfesionales de la CEE, Manuel Barrios, ha manifestado que “la búsqueda de la unidad, además de seguir el deseo de Jesucristo de que todos sean uno, es de especial relevancia en esta sociedad en la que estamos tan divididos. En ella, el testimonio de la unión de los cristianos se vuelve cada día más importante”, recoge el semanario Alfa y Omega. Barrios señala que en estos últimos años las distintas confesiones cristianas han debatido temas “que nos afectan a todos, como son la corrupción, la ecología o los refugiados.
La preocupación por los cristianos perseguidos es común a todas las Iglesias”. La unidad en Letonia contra el comunismo Los materiales para esta semana de oración han sido elaborados por un grupo de Letonia. Para la imagen del cártel han escogido la más antigua pila bautismal del país que originalmente se encontraba en la catedral de Ikšķile y que hoy está en la catedral luterana de Riga, la capital. Un gesto que expresa la misma vocación que comparten todos los bautizados. El tema de este año se entiende aún mejor a la luz de la historia de Letonia, que recuperó su independencia en 1991, después de los duros años del régimen soviético, en los que muchos cristianos padecieron tortura y muerte a causa de su fe en Cristo.
Esta comunión en el sufrimiento creó una profunda unión entre los cristianos letones, que pertenecen más o menos en proporción igual a la Iglesia católica, ortodoxa y luterana. La unión entre los cristianos de Letonia también fue importante a la hora de luchar juntos por la independencia del país. “Ecumenismo de sangre” Los obispos españoles no se olvidan de la dolorosa persecución de cristianos en distintas partes del mundo y recuerdan en su carta, las afirmaciones de Francisco sobre el ecumenismo de la sangre: “El que persigue hoy día a los cristianos, el que nos unge con el martirio, sabe que los cristianos son discípulos de Cristo: ¡que son uno, que son hermanos!
No le interesa si son evangélicos, ortodoxos, luteranos, católicos, apostólicos… ¡no le interesa! Son cristianos. Y esa sangre se junta. Hoy estamos viviendo, queridos hermanos, el ecumenismo de la sangre. Esto nos tiene que animar a hacer lo que estamos haciendo hoy: orar, hablar entre nosotros, acortar distancias, hermanarnos cada vez más”.
religionconfidencial.com
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