El lema elegido este año anima a responder con la misericordia del Evangelio a la llegada a Europa de quienes huyen de Siria y otros países
Nos encontramos ante la peor crisis de refugiados que vive Europa desde hace mucho tiempo. Miles de inmigrantes buscan una mejor vida en países de la Unión Europea, es la cuenta atrás para mucho de ellos. Esta es la razón por la que el Santo Padre, ante el Año de la Misericordia, llama a las parroquias de toda Europa a acoger a una familia de refugiados y así expresar la realidad del evangelio.
Este es el motivo por el que el 17 de enero se celebra la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, que tiene por lema “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la Misericordia”.
El Papa Francisco ha declarado que acoger al otro es acoger a Dios. Habla de las necesidades de los emigrantes y refugiados y recuerda que el amor de Dios tiende a alcanzar a todos.
Toda persona tiene derecho a vivir en dignidad, tiene el derecho tanto de no emigrar como de si hacerlo, como de igual manera las personas tenemos la obligación de ser solidarios.
La situación actual ante la que se encuentra Europa hace necesario un plan urgente acogida e integración, este es el fin de esta Jornada que cuenta con la ayuda de diversas asociaciones como Cáritas, CONFER, Justicia y Paz y la Comisión Episcopal de Migraciones.
Gracias a estas ayudas se podrá socorrer a aquellos grupos vulnerables que se adentran en Europa sin nada más que el miedo y la desesperanza. Pero es necesario, ademas de dinero, ofrecer ayuda humana. Enseñar a estas personas el valor de su vida. Ayudarles a encontrar un futuro. Tratarlos como a iguales, como bien declara el Santo Padre.
religionconfidencial.com
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