Como decía Churchill: "las actitudes son más importantes que las aptitudes". Casi suenan igual estas palabras, pero la distinción es clara: la actitud es una posición personal que adoptamos; supone una decisión libre que asumimos ante otro. La aptitud en cambio, es una habilidad que se hereda no se aprende, y es sinónimo de cualidad.
La actitud tiene una connotación ética, la aptitud es una simple capacidad que nos facilita obrar. En las personas, pienso yo también, importan más las actitudes que las aptitudes. En esto coincido con Churchill.
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