Una solución a la caravana de inmigrantes de México y a las futuras caravanas



Hasta ahora, más allá de las palabras, más allá de los discursos de los políticos, lo que ha estado ocurriendo era que los inmigrantes ilegales en Estados Unidos, una vez dentro del país, se alejaban lo más posible de la frontera y trataban de buscar trabajo ilegalmente. Durante un tiempo vagaban de un lado a otro, preguntando, ofreciéndose. Ese vagar no era fácil, porque, como es lógico, no se puede contratar a alguien sin papeles.

El otro día se me ocurrió una idea nueva: ¿por qué no crear un registro nacional que creara una conexión entre la oferta de trabajo nacional y la demanda de ese trabajo por parte de los emigrantes antes de que entren en la nación?

El sistema funcionaría así, todas las embajadas crearían una oficina por país en Latinoamérica. Allí pagaría una tasa y podría inscribirse toda persona que desee entrar en Estados Unidos. Presentaría su curriculum, expondría cuál es su experiencia. Un ejemplo de experiencia profesional breve:

Antonio González García: 32 años, albañil durante 7 años, encofrador, alguna experiencia breve ayudando a un fontanero.

(Que me disculpe si alguien tiene esos apellidos. Resulta improbable, pero puede ser.)

Se recibirían millones de peticiones, los empresarios podrían consultar esos archivos online y decir si están interesados. La persona, sin duda, prefiere pagar una tasa y un billete normal, que no pagar a una mafia para que le meta dentro del país.

Todas las personas que ahora entran ilegales, tendrían que entrar bajo este sistema. El trabajo sin papeles se perseguiría en serio y se dedicarían medios para hacerlo. Hoy día hay medios, si se quiere, para erradicar en un año todo trabajador ilegal.

Con este sistema, se benefician tanto los trabajadores como los contratantes.
Alguien me dirá que el sistema de petición de visa, actualmente en vigor, es muy parecido a esto. De ninguna manera. Primero, no se trata de un sistema nacional de oferta de trabajadores al que los empresarios puedan acceder. Segundo, como dentro del país hay un exceso de oferta de ilegales, nadie busca en el extranjero mano de obra barata. Tercero, los que buscan de forma legal obtener la visa se encuentran con un sistema burocrático complejo para conseguirla.

Lo que propongo es un sistema continental (de todos las naciones de Latinoamérica) en el que los trabajos, especialidades y campos de experiencia estén perfectamente catalogados, divididos y subdivididos de manera que al contratante le resulte fácil encontrar la persona ideal; sea un trabajo elemental o un trabajo muy complejo.

Con el sistema actual, el que tiene un nivel de profesionalidad bueno se ve obligado a aceptar cualquier trabajo para sobrevivir en su entrada en el país. Con el sistema actual, los empresarios no saben dónde está la mano de obra especializada que justamente necesitan. El sistema actual es malo para los unos y para los otros.

La creación de este registro nacional de inmigrantes desincentivaría la entrada ilegal, porque se dejaría claro que el total de demanda de trabajo inmigrante se canaliza bajo este sistema. Dicho de otro modo, el mensaje sería claro: o se entra por esta puerta o no tienes ninguna posibilidad de que no te echen fuera. Si hubiera un pacto nacional entre los congresos estatales de Estados Unidos para organizar esto bien, la inmigración ilegal pasaría a ser historia.

El sistema ya no se basaría en si usted tiene una historia lacrimógena familiar o en tantos otros elementos que llenan los documentales sobre el tema, pero que crean una complejidad imposible para los sistemas de inmigración estadounidenses. El sistema se basaría en la objetividad de lo que se ofrece y en la apertura a los ojos de todos los ciudadanos.

Por supuesto que si uno llega al país y, en su primer puesto de trabajo, se comprueba que ha mentido y que no sabe nada, por ejemplo, de fontanería, se le expulsará tras una segunda comprobación oficial. Se le expulsará de inmediato y habrá perdido el dinero del viaje.

El sistema actual, lo repito, es mucho más burocrático, es de persona a persona (de contratante a contratado), no es algo unificado nacionalmente; y desanima totalmente a realizar los contratos cuando el inmigrante está en el extranjero, porque la mano de obra ya está dentro. ¿Quién comienza todo el proceso burocrático cuando tienes a la persona llamando a tu puerta?

Este registro nacional sí que permitiría, por fin, comenzar una política racional en la que el Estado pudiera controlar el flujo migratorio según la necesidad de puestos de trabajo nacional. El sistema en España es mucho más sencillo: que entre todo el mundo, sin ningún control, en un país con una tasa de paro del 14,5%.

Se me ocurren muchos tipos de irracionalidad y falta de previsión. El modo en que hemos afrontado la emigración de millones de seres humanos es un ejemplo perfecto de lo mal que podemos hacer las cosas. Curiosamente, ha sido muy frecuente oponer la humanidad y los buenos sentimientos a la organización y la búsqueda del sistema más adecuado. Esto siempre fue un error y lo sigue siendo: hay que buscar una solución a largo plazo.

Mientras no encontremos una solución, las mafias se encargarán del asunto a su estilo.

Si los políticos solo tienen en mente la última patera o la última caravana y después se olvidan, vamos a seguir así hasta el siglo XXV, a no ser que una raza de terminators no nos sustituya.

Let's block ads! (Why?)

09:00

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets