Hoy he visto otra foto del mencionado cardenal con la capucha puesta. Con todo respeto, no es ninguna ironía, quiero que tenga en cuenta una cosa, eminencia.
Las capuchas del hábito cardenalicio, cuando eran usadas para protegerse del frío en la Edad Media, tenían otra hechura. La forma de las capuchas usadas (en las mucetas) por el clero secular eran distintas de las capuchas benedictinas, franciscanas o de otras órdenes. Eran unas capuchas amplias. Los cardenales usaban esas capuchas, a veces, poniéndose encima el capelo. Hay abundantes representaciones de ello. Véase este link, por ejemplo:
Pero las capuchas de los cardenales en la primera mitad del siglo XX ya no estaban pensadas para ser usadas. Eran una reminiscencia histórica sin uso, como las microcapuchas de las mucetas de los obispos en la misma época.
Cierto que seguía la costumbre de ponérsela sobre la cabeza al postrarse en la ceremonia de la entrega del capelo. Pero esa era la única vez que la usaban. Y basta ver las fotos de los cardenales postrados para darse cuenta de lo muy mal que quedaban las capuchas usadas en esa postura.
Cuando un obispo se echa sobre la cabeza esa reminiscencia, la apariencia no es bella, sino artificiosa con un equilibro frágil y que ya no protege del frío por que hueco que se crea detrás. No pasa nada por usar capucha, pero hágase una capucha amplia que tena el uso de una capucha.
Dos pequeños detalles más para este buen cardenal. Cuando uno lleva hábito coral no lleva calzado litúrgico. He visto una foto en que con hábito coral rojo este purpurado se dirige a la iglesia (presumiblemente a celebrar misa) con calzado litúrgico verde. El prelado no puede llevar esa mezcla. Es en la sacristía donde se cambia el calzado eclesiástico (si lleva zapatos con hebilla) por el calzado litúrgico.
El segundo detalle es que ya le he visto varias veces dirigirse con hábito coral hacia la iglesia con las manos juntas sobre el pecho, como en la misa. Esto no es un error. Pero me parece preferible colocar las manos juntas sobre el pecho cuando uno va revestido con vestiduras litúrgicas, aunque en ese momento uno no esté en una ceremonia.
La razón es que el hábito coral no es otra cosa que una vestidura eclesiástica solemne, bella, para las grandes ocasiones; pero, no lo olvidemos, es una vestidura eclesiástica. El gesto corporal va de acuerdo con la vestidura. Si la vestidura es litúrgica, uno tiene un gesto corporal ritual. Si la vestidura es eclesiástica (aunque sea solemne), el gesto no es ritual. A no ser que en ese momento uno esté realizando un rito: una bendición, por ejemplo. También sería lógico llevarse las manos al pecho si el clérigo, en ese momento, hace un momento de oración.
Pero la norma general es que con hábito coral uno coloca las manos de un modo no ritual; incluso aunque ese obispo esté asistiendo a misa, es decir, no concelebrando. Aun estando en el presbiterio, el obispo no tiene necesariamente que poner las manos sobre el pecho.
Como se ve, hay una diferencia entre vestidura eclesiástica (común o coral) y la litúrgica (sea la de la misa o con capa pluvial), y los gestos del que las porta.
Espero no ganarme enemigos con estas disquisiciones. Que nadie se lo tome a mal. Tampoco me consta de nadie que se haya condenado por llevar zapatos verdes y hábito rojo al dirigirse hacia una iglesia. Hay pecados peores.
Espero no ganarme enemigos con estas disquisiciones. Que nadie se lo tome a mal. Tampoco me consta de nadie que se haya condenado por llevar zapatos verdes y hábito rojo al dirigirse hacia una iglesia. Hay pecados peores.
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