Estamos ante una película de aventuras de formidable calidad, entretenida de principio a fin, que habla de amor, de sentirse parte de una comunidad, de sacrificio y armonía, y de la prometeica relación del hombre con el fuego. Jon Favreau pasa de los cómic de la Marvel a adaptar un cuento excelente. La tecnología y un gran equipo juegan a su favor. Y gana.
Epopeya de acción real sobre Mowgli (con el debut de Neel Sethi), un niño al que cría una manada de lobos. Pero Mowgli comprende que debe dejar la selva ya que el tigre Shere Khan (voz de Idris Elba), que lleva las cicatrices del Hombre, promete eliminar lo que considera una amenaza. Mowgli se ve obligado a abandonar el único hogar que ha conocido en toda su vida y se embarca en un fascinante viaje de autodescubrimiento.
Sus guías son la pantera Bagheera convertida en su mentor (voz de Ben Kingsley), y el oso Baloo, un espíritu libre (voz de Bill Murray). Por el camino, Mowgli se cruza con criaturas de la selva que no son muy de fiar que digamos. Entre ellas está Kaa (voz de Scarlett Johannsson), una serpiente pitón cuya voz y mirada seductoras hipnotizan a Mowgli, y el embaucador Rey Louie (voz de Christopher Walken), que coacciona al pequeño para que le enseñe el secreto de la mortal flor roja: el fuego.
Notabilísima película de la factoría Disney que actualiza con alta tecnología visual una de las aventuras clásicas más conocidas y mejor recibidas por el público, adaptación de la novela de Rudyard Kipling.
Sin duda, lo más llamativo con respecto a otras versiones cinematográficas es el tono realista –e incluso sombrío en algunos momentos– de las aventuras que viven Mowgli y sus amigos. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ
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