Los primeros intentos de Juan Pablo II
Muy mariano y conocedor del mundo comunista del cual provenía, el papa eslavo tuvo conciencia de la dimensión de este acto[1] intentándolo más de una vez:
- El 13 de junio de 1981: un mes después del atentado. Ofrenda de la familia humana a la protección de la Virgen. No fue propiamente una consagración ni revistió las condiciones exigidas por Nuestra Señora.
- El 8 de diciembre 1981: Repetición del mismo acto.
- El 13 de mayo de 1982: al año del atentado. No hubo consagración sino ofrenda a Dios por María. Interrogada Lucía en Fátima al dia siguiente por Mons. Hnilica y tres prelados más contestó que Rusia no había sido el objeto de la ofrenda[2].
De hecho, Lucía anticipó que no se debía esperar la consagración porque “el episcopado mundial no esta dispuesto”[3], ya que el Santo Padre no se la había ordenado. En carta al Papa del 12 de mayo 1982, vísperas del acto y de un encuentro privado con él, la hermana reafirma sin ambajes el pedido del Cielo:
“A Su Santidad Juan Pablo II humildemente expongo y suplico: La consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María en unión con todos los obispos del mundo (…) La tercera parte del secreto: Se refiere a las palabras de Nuestra Señora: ‘Si no, difundirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones contra la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas’ (…) Porque no hemos atendido a ese llamado del mensaje, verificamos que se ha cumplido. Rusia ha ido invadiendo el mundo con sus errores. Y si no vemos todavía el hecho consumado del final de esta profecía, vemos que hacia allí vamos a largos pasos…”[4]
Además, el mismo 12 de mayo de 1982, un día antes de la tentativa de consagración, L’Osservatore Romano publicó una entrevista a Sor Lucía hecha por el P. Umberto Maria Pasquale SDB, muy allegado a su familia, realizada el 5 de agosto de 1978, en la que ella había dicho al sacerdote salesiano que Nuestra Señora nunca había pedido la consagración del mundo, sino solamente la de Rusia:
“En un cierto momento le dije: ‘Hermana, me gustaría hacerle una pregunta. Si no puede contestarme, sea así. Pero si puede contestarme, quedaría muy agradecido… ¿Nuestra Señora alguna vez le habló sobre la Consagración del mundo a Su Inmaculado Corazón?’ ‘¡No, Padre Umberto, nunca! En la Cova da Iría, en 1917, Nuestra Señora prometió: ‘Vendré a pedir la Consagración de Rusia…En 1929, en Tuy, tal como había prometido, Nuestra Señora volvió a decirme que había llegado el momento de pedir al Santo Padre la Consagración de aquel país (Rusia)’”[5].
El testimonio fue confirmado por Sor Lucía después de esta conversación en una carta escrita a mano al Padre Pasquale, que el sacerdote también publicó[6].
A pedido del Santo Padre, Sor Lucía fue visitada dos veces por el Nuncio Apostólico en Portugal, Mons. S. Portalupi[7]. La primera visita fue el 21 de marzo de 1982, acompañado por Mons. Cosme do Amaral y el Dr. Lacerda, para precisar las condiciones en que debía hacerse el acto, y la segunda por éste y el P. Messias Coelho, el 13 de marzo de 1983, confirmando que la consagración del Papa Juan Pablo II del 13 de mayo de 1982 no había cumplido los pedidos de Nuestra Señora. Sor Lucía dijo:
“En el acto de entrega del 13 de mayo de 1982, Rusia no aparecía claramente como el objeto de la Consagración. Y cada Obispo no organizó en su propia diócesis una ceremonia pública y solemne de reparación y Consagración de Rusia. El Papa Juan Pablo II renovó simplemente la Consagración del mundo hecha por el Papa Pio XII el 31 de octubre de 1942. De esta Consagración del mundo podemos esperar algunos buenos efectos, pero no la conversión de Rusia (…) La Consagración de Rusia no se hizo como Nuestra Señor pidió. No pude hacer esta declaración [antes] porque no tenía autorización de la Santa Sede”[8].
La consagración del 25 de marzo de 1984
Reconociendo la necesidad de hacer más que un mero acto de ofrenda, el papa eslavo eligió la clausura del Año Jubilar de la Redención, el 24 de marzo de 1984, para realizar una solemne consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María. Sin embargo, tampoco esta vez el Sumo Pontífice hizo mención explícit de Rusia (“De modo especial confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones, que tienen necesidad particular de esta entrega y de esta consagración”). El acto tampoco contó con la unión de todos obispos, ya que, al no serles requerido, no organizaron en sus propias diócesis la ceremonia pública y solemne de reparación y consagración que debería haber acompañado a la de Roma.
Simultáneamente, Mons. Pavel Hnilica, SJ, (1921-2006), obispo eslovaco, compañero y amigo del papa, con la ayuda inapreciable de la Madre Teresa, viajó de Calcuta a Roma vía Moscú, un dia antes del de la Anunciación, acompañado del P. Leo Maasburg[9], con la intención de adherirse a la consagración que se realizaría en Roma. Penetró en el Kremlin como turista en la mañana del 25 de marzo, pudo visitar, reducidas a museos, la catedral del Arcángel y la de la Dormición o Asunción de la Santísima Virgen; en un momento se encontró solo y bajo el trono del Patriarca de Moscú depositó una Medalla Milagrosa, entregada por la Madre Teresa; además, con un poco de pan y vino clandestinos, celebró la primera santa Misa después de 76 años, haciendo la consagración solicitada por el cielo, antes de volar a Roma, en un acto ciertamente admirable pero incapaz de suplir la requerida consagración papal[10].
Por su parte, L’Osservatore Romano destaca que el Papa, una vez acabada la lectura del texto, hizo un agregado de su mano: “¡Madre de la Iglesia, ilumina especialmente a los pueblos de los que Tú esperas nuestra consagración!”[11], y Avvenire narra que unas horas después, el Santo Padre, pidió en la Basílica de San Pedro a Nuestra Señora que bendijese “aquellos pueblos para los que Vos misma estais a la espera de nuestro acto de consagración y confiada entrega”[12].
A su vez, el decano de los exorcistas, P. Gabriele Amorth (1925-2016), testigo directo y organizador del evento en la Plaza de San Pedro, declaró que él oyó las palabras leídas por el Santo Padre, de las que el nombre de Rusia estuvo ausente también en el agregado[13], acerca del cual otros estudiosos han señalado que con esto Juan Pablo II reconocía que la Virgen Santísima aun debía esperar que el Papa le consagre dichos pueblos, los de Rusia. Esto no significa que el acto no haya sido aceptado por el cielo, pero las palabras papales dejarían entrever que la consagración aun no ha sido realizada según los requerimientos divinos[14].
Así, importantes expertos consideraron desde el primer momento que la Consagración de Rusia no fue hecha aun como el Cielo quiere, empezando por los los RR.PP. Antonio María Martins y Messias Dias Coelho; éste, en su periódico Mensagem de Fatima no solo tituló en la víspera: “Consagración de Rusia: todavía no será hecha esta vez”, sino que reafirmó su postura en el número siguiente. No obstante, advirtió que como “es cierto que lo mayor contiene a lo menor”, “aparentemente, entonces, la ‘Consagración del Mundo’ dará la impresión de tener el poder de sustituir a la consagración específica de Rusia” [15].
La furibunda tentativa de Mons. Bertone de privar de fundamento a “cualquier discusión y ulterior petición”[16] al respecto confirmaría años después lo acertado de tal admonición. Sin embargo, ya en 1985, el Cardenal Gagnon, en una audición con el P. Caillon, reconoció que el pedido de Nuestra Señora no se había cumplido con las condiciones requeridas[17]. El 25 de octubre 1987, en una audiencia con líderes católicos, el Cardenal Mayer reconoció públicamente que la Consagración de Rusia no fue realizada según el pedido específico de Nuestra Señora, pues no se nombró a Rusia ni hubo participaron de todos los obispos[18]. El 26 de noviembre 1987 el Cardenal Stickler confirma que la Consagración no se realizó porque al Papa le falta el apoyo de los obispos[19]. En mayo de 1989 al Cardenal Law, Sor Lucía le dijo sobre la consagración del 25 de marzo de 1984: “… El Santo Padre se justificó (diciendo) que ha sido hecha, hecha de la mejor manera posible bajo las circunstancias. ¿Hecha sobre el camino angosto de la consagración colegial que Ella ha exigido y ha estado esperando? No, eso no se ha hecho“[20].
¿Lucía contra Lucía?
Unos días antes del 25 de marzo de 1984, Sor Lucía recibió y leyó el texto de la fórmula de consagración del Papa. Entonces hizo un gesto negativo y declaró a su amiga, María Eugenia Pestana: “Esa consagración no puede tener un carácter decisivo (…) Rusia no aparece claramente como objeto de la consagración”[21], es decir que, aun cuando produzca buenos frutos, todavía habrá que seguir esperando el acto que produzca la conversión prometida por Nuestra Señora el 13 de julio de 1917.
Entrevistada en 1985 por el Sol de Fátima, cuando se le preguntó si el Papa había cumplido la petición de Nuestra Señora con la consagración de 1984, sor Lucía respondió: “No hubo la participación de todos los obispos ni se mencionó a Rusia”. Indagada luego: “¿De modo que no se hizo la consagración como la pidió la Virgen?” Respondió: “No. Muchos obispos no dieron importancia a este acto”[22].
Incluso el R.P. René Laurentin, que había apoyado anteriormente las opiniones “del censor de la Virgen”[23], el P. Dhanis, admitió en 1986 que “la Hna. Lucía sigue insatisfecha porque parece pensar que la consagración de Rusia no se ha realizado como quiere Nuestra Señora”[24]. Algo similar testimonia el P. Antonio María Martins[25]. En el mismo sentido, interrogada en una reunión familiar por una de sus primas el 25 de abril de 1987 sobre si la consagración de 1984 cumplía las prescripciones celestiales, la respuesta nítida y súbita de Lucía fue: “NO” [26]. Después, el 20 de julio de 1987, la religiosa fue entrevistada rápidamente fuera de su convento, yendo a votar. En ese entonces ella dijo al periodista Enrique Romero que la consagración de Rusia no se ha hecho como fue pedida[27]. Un año antes, Maria do Fètal refirió públicamente que sor Lucía, su prima, le había confiado que la Consagración de Rusia aun no estaba hecha[28].
Sin embargo, la misma que hasta 1989 había sido interrogada varias veces precisando que la consagración de Rusia no había sido hecha aun en las condiciones pedidas por la Santísima Virgen, al producirse los llamativos cambios políticos que llevaron a la caída del muro de Berlín en 1989, habría cambiado súbitamente su postura mantenida durante más de 60 años en al menos cinco cartas datadas entre 1989 y 1990, en las que se indica que estaría satisfecho el requerimiento de la Santísima Virgen y que el Cielo habría “aceptado” “la consagración del mundo tal como Nuestra Señora la pidió”[29] (sic!).
Existe aun una polémica sobre la autenticidad de tales esquelas escritas en computadora con fotocopia de su firma[30] y muchos expertos las consideran apócrifas[31], especialmente las fechadas el 29 de agosto y el 8 de noviembre de 1989, no solo por manifestar un “espíritu absolutamente contrario al corazón y al alma tan simples y devotos de sor Lucía”[32], sino también por estar plagadas de errores tan groseros como la referencia a una inexistente consagración del Mundo atribuida a Paulo VI durante su visita a Fátima en 1967[33].
El ya mencionado P. Caillon[34] sostiene además que en 1989 bajó de Roma una oficiosa orden de decir que Juan Pablo II había hecho todo lo que estaba a su alcance y el cielo aceptaba ese gesto, por lo que no había que “importunar más al Santo Padre”[35] con el tema pues lo de Rusia “ya estaba realizado”[36]. Oficialmente ya no se habló más de consagración de Rusia sino del mundo[37].
En julio de ese año fue reemplazado el nuncio Mons. S. Portalupi y el P. Messias Coelho reveló ante tres testigos que llegó a Coimbra una orden de la Secretaría de Estado para que tanto Mons. Venancio como sor Lucía aceptasen la validez de la ceremonia de 1984. Mons. do Amaral, sucesor de Mons. Venancio, declaró el 20 de febrero de 2003 que la orden que él transmitió a la carmelita “vino directamente del papa”[38], quien el 1 de diciembre de 1989 recibió en la Santa Sede a M. Gorbatchev.
De hecho, los reclamos vaticanos produjeron una ‘deconstrucción’ de las anteriores declaraciones de la vidente, sea por indicación superior (no olvidemos su voto de obediencia carmelitano[39]), o bien por habérsele cambiado el tenor de sus respuestas.
Sor Lucía, por su parte, jamás explicó por qué ella habría mudado tan radicalmente de opinión cinco años después de la consagración de 1984, ni tampoco por qué razón habrían dejado de ser necesarios para satisfacer el pedido de la Santísima Virgen la jornada de reparación y la devoción de los cinco primeros sábados, ni siquiera después de la entrevista con Juan Pablo II el 13 de mayo 1991, de la cual solo tenemos el sugestivo silencio de los participantes[40]. Por otra parte, si ella hubiera confirmado semejante mudanza en la demanda celeste, el papa seguramente lo habría comunicado. Si tantos años luchó por la consagración, ¿cómo puede ser que jamás le haya agradecido al Papa el haberla hecho?
No obstante, Mons. Bertone se encargó de hacérselo afirmar como acto cumplido acabadamente, primero citando un breve extracto de la cuestionada carta del 8 de noviembre de 1989, sin reproducirla[41], y luego en su libro La última vidente de Fátima, sobre sus entrevistas con Lucía en 2000, 2001 y 2003, de las que curiosamente no quedaron más registros que las anotaciones incompletas del entrevistador[42], y donde solo ofrece como fuente escrita la cuestionada carta precitada, de nuevo sin siquiera reproducirla[43].
La tentativa tal vez obedezca al fiasco que significó la pretensión de presentar como “prueba” de autoridad, el relato “reconstruído”[44] por el periodista Carlos Evaristo de una bizarra entrevista realizada por el P. Francisco Pacheco de Fort (Ce, Brasil), el Cardenal Padiyara (de Ernaculam, India) y Mons. Michaelappa (de Mysore, India), el 11 de octubre de 1992, que contiene, entre otras cosas, la afirmación atribuida a sor Lucía de que Mikhail Gorbatchev le habría pedido de rodillas perdón de sus pecados al Papa, lo cual fue denunciado como una completa falsificación por el vocero pontificio Joaquín Navarro-Valls[45].
En el mismo relato “sor Lucía” aparecía respondiendo “sí, sí, sí” a la pregunta, por demás ambigua, acerca de si “fue hecha” la consagración por el papa Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984, pues lo que está en discusión no es si se hizo la consagración, sino si tal hecho cumplió las condiciones requeridas por la Santísima Virgen.
También aparece en dicha “reconstrucción” respondiendo “sí” a la pregunta: “¿Entonces esa consagración fue aceptada por la Virgen?”. Es de notar que la mera aceptación no contradiría de por sí las clarísimas declaraciones previas de Lucía, porque su objeto es un acto bueno. No obstante, tampoco implica de por sí el que se dé por cumplido lo que ella misma durante muchos años y en numerosas ocasiones había reiterado que era insuficente. La palabra “aceptación” tiene un carácter levemente afirmativo como para no hacer quedar a la vidente como mentirosa, habida cuenta de que desde niña nunca se desdijo de lo recibido del cielo, ni siquiera cuando fue encarcelada y amenazada de muerte cruel por el alcalde masónico de Ourem.
Ahora bien, el que se haya puesto en su boca que “Nuestra Señora jamás pidió que Rusia sea específicamente mencionada por su nombre” implicaría o que ella habría perdido la memoria en relación a las numerosas y constantes afirmaciones anteriores en contrario[46], o bien que se trataría de una mentirosa empedernida[47], lo cual invalidaría de por sí su fuerza declaratoria. Si a esto se le suma que ella habría agregado, -para justificar la ausencia del objeto a consagrar en la fórmula-, que “lo que importa es la intención, exactamente como cuando un sacerdote tiene la intención de consagrar una hostia” (sic!), la posibilidad de tomar en consideración hipótesis más arriesgadas dejaría de ser algo meramente conjetural[48], por más que sea precisamente a estas declaraciones “surrealistas”[49] a las que se remita, el 20 de diciembre de 2001, en principio la misma entrevistada que había afirmado justamente lo contrario el 12 de mayo de 1982 al ser interpelada en el mismo medio, L’Osservatore Romano.
Por el contrario, el ya citado P. Gabriele Amorth, sostuvo en una entrevista con The Fatima Center TV, en 2012:
“La Hermana Lucía siempre decía que la Virgen pidió la Consagración de Rusia y solo la Consagración de Rusia”. “Asimismo, pidió la Consagración del Mundo a otra gran y joven santa portuguesa, Alexandrina Maria da Costa”. “Estas dos cosas son muy diferentes y muy separadas. Nuestra Señora pidió la Consagración de Rusia en una ceremonia muy solemne y pública a realizarse por el Papa con todos los obispos del mundo”. “Esto se especificó en detalle por Nuestro Señor Jesús, que continuó apareciendo a la Hermana Lucía, como Nuestra Señora también lo hizo”. “Él quería que esta consagración fuera reconocida como el triunfo del Inmaculado Corazón de María para que ella se sintiera honrada junto con su Sagrado Corazón”. “Estas son las palabras de Nuestro Señor, pero ha pasado el tiempo y la consagración no se hizo y Nuestro Señor está profundamente ofendido.
Ya ves, con nuestro libre albedrío podemos afectar los acontecimientos mundiales”. “Nuestra Señora dijo que la consagración se llevaría a cabo, pero que sería demasiado tarde. Siento escalofríos correr por mi espalda cuando me acuerdo de las palabras, ‘que será demasiado tarde’”. “Por desgracia, no abrieron el secreto en 1960, y en 1960 Rusia aun no había acabado de esparcir sus errores por el mundo. No lo hicieron (…) y Rusia esparció sus errores por todo el mundo. La conversión de Rusia habría sido un triunfo del Inmaculado Corazón de María”.
“En 1984, el Papa muy tímidamente intentó consagrar el mundo a María en la Plaza de San Pedro”. “Yo estaba allí, a pocos metros de él. Yo era el organizador del evento en la Plaza de San Pedro. Era el 25 de marzo y el Papa tenía la imagen de Nuestra Señora de Fátima que venía de Fátima, la estatua que por lo general permanece en el gran santuario de Fátima”. “Pero en esa ocasión él quería la estatua allí. Arrodillado frente a la estatua, intentó la consagración, pero todos los políticos a su alrededor le dijeron, ‘no se puede nombrar a Rusia. Y él volvió a preguntar: ‘¿Puedo nombrarla?’ y ellos dijeron, ‘No, no, no’”[50].
En este contexto son reveladoras las recientes declaraciones del Cardenal P. Cordes, que confirman lo dicho por el exorcista. El 13 de mayo de 2017 en el Congreso Mariano de Kazakhstan, explicó que Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984 “se abstuvo de mencionar explícitamente a Rusia, porque los diplomáticos del Vaticano le pidieron insistentemente que no mencionara dicho país, ya que podrían surgir eventualmente otros conflictos políticos (…) Poco después fui invitado por él a almorzar. Le confió a nuestro pequeño círculo el deseo que él tuvo de mencionar asimismo a Rusia en dicha consagración, pero que él cedió luego a sus consejeros”[51].
Añade el Cardenal Cordes: “De algunos amigos Juan Pablo II escuchó algo importante y consolador para él, que algunos obispos ortodoxos rusos habían tomado como propia la consagración de Rusia a María, pero no a Su Corazón Inmaculado, en el que no creen”, pero Nuestra Señora no ha pedido que Rusia sea consagrada por los obispos ortodoxos cismáticos que rechazan el dogma de la Inmaculada Concepción así como la primacía papal, sino más bien por el Papa y los obispos católicos a fin de que Rusia se convierta y se reúna con Roma[52].
En el mismo sentido, en el centenario de las apariciones, el cardenal Raymond Burke declaró: “Ciertamente, el Papa San Juan Pablo II consagró el mundo, incluyendo Rusia, al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo de 1984. Sin embargo, hoy, una vez más, escuchamos la llamada de la Virgen de Fátima a consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón, de acuerdo con su instrucción explícita”[53]. Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana (Kazakhstan), destacó por su parte la “importantísima” iniciativa del Cardenal Burke y firmó una petición lanzada por Life Site para pedir al Santo Padre la Consagración de Rusia[54].
Cuatro años antes, el 18 de septiembre de 2013, también Mons. Juan Abelardo Mata Guevara, SDB[55], obispo de Estelí y ex Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, declaró que “todas las fuerzas del infierno y los poderes de las tinieblas están empeñados en evitar el cumplimiento del plan del cielo”, y escribió al actual papa Francisco con el propósito de urgirlo a realizar la consagración[56].
CONTINUARÁ
[1] A. Socci refiere que Mons. P. Hnilica poco después de la elección de Juan Pablo II se dirigió a saludarlo y le dijo: “Santidad, su primera obra debe ser la consagración de Rusia”. El Papa le respondió: “Estoy pronto para hacerla, incluso mañana, si tu convences a los obispos”. Además agregó: “muchos teólogos son contrarios” (Il quarto segreto di Fatima, Milano, Rizzoli, 2006, p. 215).
[2] Cf. Caillon, Pierre. La consécration de la Russie aux très saints cœurs de Jésus et de Marie. Téqui, 1983, p. 44. Véase también Fr. François M. des Anges. Sœur Lucie…, p. 428.
[3] La Sra. Pestana, vieja amiga de Lucía y una de las pocas autorizadas a visitarla varias veces por año, le hizo al P. Caillon estas confidencias el 9 de mayo, y Maria do Fetal, el 12. Cf. Fr. François M. des Anges. Fatima. Joie intime…, p. 356.
[4] La carta del 12 de mayo de 1982 fue transcripta parcialmente en la Presentación de Mons. T. Bertone a la visión del tercer secreto, y a su vez citada por el Cardenal Ratzinger en el Comentario Teológico correspondiente, publicados el 26 de junio de 2000 (http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000626_message-fatima_sp.html ). Véase una versión integral en Sáenz, R. Op. cit…, pp. 268-269.
[5] Cf. L’Osservatore Romano, 12 de mayo de 1982. Cf. Fr. François M. des Anges, Sœur Lucie…, p. 424.
[6] “J+M. Reverendo Señor P. Humberto: Respondiendo a su pregunta aclaro: Nuestra Señora, en Fátima, en Su petición, solo se refirió a la Consagración de Rusia. En la carta que escribí al Santo Padre Pio XII –por indicación del confesor– pedí la consagración del mundo con mención explícita de Rusia. Suya devotamente y en unión de oraciones. Coímbra 13 IV-1980. Hermana Lucía”. Citada por el P. U. Pasquale en Mensageira de Jesus para a consagração do mundo ao Imaculado Coração de Maria. Éd. Cavaleiro da Imaculada, 1980. Cf. Fr. François M. des Anges. Sœur Lucie…, pp. 424-425.
[7] De Lassus, Y. (14-12-2016) Lettre de liaison n° 41. Cf. Fr. François M. des Anges. Fatima. Joie intime…, p. 360.
[8] Informado en un artículo por el Padre Pierre Caillon de Centre Saint Jean 61500 Sees, (Orne) Francia. Este artículo fue publicado en el periódico mensual Fidélité Catholique, B.P. 217-56402, Auray Cedex, Francia. Traducción inglesa en The Fatima Crusader, Edición 13-14 (octubre- diciembre de 1983), p. 3.
[9] P. Maasburg, L. Madre Teresa de Calcuta. Un retrato personal, Ed. Palabra, 4ª edición, 2012. El autor relata el accionar de Mons. Hnilica, a quien acompañó a Moscú.
[10] Mons Hnilica tampoco fue el [unico obispo en hacerla, ya que hay antecedentes de otros dignatarios que la han realizado en la misma Fátima, como por ejemplo Mons. M. Lefebvre el 22 de agosto de 1987.
[11] “Madre de la Chiesa (…) illumina specialmente i popoli di cui tu aspetti la nostra consacrazione” Cf. L’Osservatore Romano, 26-27 de Março de 1984, pp. 1, 6.
[12] Cf. Avvenire. 27 de marzo de 1984, p. 11.
[13] Cf. https://www.youtube.com/watch?v=k2_ReOoZhak.
[14] Cf. Kramer, P.P. Op. Cit., p. 123 et ss. Gruner, Padre Nicholas. Escravidão mundial ou paz… a decisão é do Papa. Fort Erie, Ontario, The Fatima Crusader, 1993.
[15] “Consagração da Rússia: Não será feita ainda nesta altura”. Cf. Mensagem de Fátima, números 157 y 158, marzo y de mayo de 1984 respectivamente. Véase Fatima: Tragedy and Triumph, pp. 172-173, y también Fátima e o Coração de Maria, pp. 101-102.
[16] Bertone, Tarcisio. “Apresentação” a A Mensagem de Fátima, 26 de Junho de 2000. Apêndice III incluído nas Memorias da Irmã Lúcia I. Fátima, Fundação Francisco e Jacinta Marto, 17ª edição, 2015, p. 202.
[17] En 1988 el Cardenal Gagnon atacaría al sacerdote sin negar la veracidad del relato y del encuentro, pero afirmando que “no era destinado para la publicación” (Cf. Kramer, P. P.Op. Cit. p. 328).
[18] Cf. Kramer, P. Op. Cit. p. 327.
[19] El P. Kramer refiere también que en 1989 más de 350 obispos responden a una carta del P. Gruner, confirmándole su deseo de hacer la consagración de Rusia junto con el Papa, en las condiciones en que fue pedida por Nuesta Señora (Ibidem, p. 328).
[20] El P. Philip Bourret S. J., que acompañó al cardenal Law al Carmelo de Coimbra, reportó las palabras exactas de la vidente, que fueron publicadas en CRC 269, dec. 1990, pp. 1-3. Cf. Fr. François M. des Anges. Fatima. Joie intime…, p. 374. Y también Sœur Lucie…, p. 431. https://www.infocatho.fr/1929-marie-demande-la-consecration-de-la-russie-a-son-coeur-immacule-sans-etre-exaucee/
[21] El testimonio consta en carta del P. Caillon a Frère Michel de la Sainte Trinité del 30 de marzo de 1984, donde refiere haber conversado con María Eugenia Pestana, a la cual sor Lucía le hizo tales afirmaciones el 22 de marzo, ya en conocimiento de la carta papal a los obispos del mundo y del texto que sería leído en la consagración del 25 (Cf. Frère François Marie des Anges, Fatima: Tragedy and Triumph. Immaculate Heart Publications, Buffalo, NY, 1994, pp. 167-168).
[22] “Con María a la Victoria” En El Sol de Fátima nº 103, septiembre-octubre de 1985, p. 8. Christopher Ferrara destaca : “The questioner was persistent, so he asked another question: “So, the consecration was not done as requested by Our Lady?” Consider what this questioner is asking Sister Lucy to do. An obedient, cloistered nun is being asked to say that the Pope had not done what some very prestigious people were saying he had done. And while Sister Lucy is obedient, she’s also completely and utterly honest. She is the messenger of Our Lady of Fatima. And so here is her answer to the question: “No. Many bishops attached no importance to this act“. But how could Sister Lucy have said otherwise? Let’s apply our common sense to this. In order to consecrate something you really do have to mention it. And so what we are being asked to believe is that Russia was mentioned in a ceremony that makes no mention of Russia. It’s that absurd, and Sister Lucy was not going to accept that absurdity.” (Cf. “Russia Has NOT Been Consecrated” In Winter 2006 Issue of The Fatima Crusader)
[23] La expresión es de Fr. François Marie des Anges (Fatima, Joie intime…, p. 330).
[24] P. Laurentin, R. Multiplication des Apparitions de la Vierge aujourd’hui, Paris, Fayard, 1988, p. 45. El mariólogo da cuenta que entre Lucía y el Papa “demeure une tension” (Ibidem). Al Padre S. Gobbi, la Santísima Virgen le señala el mismo día que Rusia no ha sido consagrada por no mencionarla, palabras que le reitera el 13 de mayo de 1987. Cf. A los sacerdotes, hijos predilectos de la Santísima Virgen, 3ª edición latinoamericana en castellano impresa en Brasil, trad. 20ª ed. italiana, 1995, p. 682.
[25] Cf. Martins, A. M. Fatima e o Coração de Maria., São Paulo, Loyola, 1984, pp. 101-102. Cf. Fr. François M. des Anges. Fatima. Sœur Lucie…, p. 431. Es de suma importancia este testimonio del P. Martins apenas posterior a la consagración de 1984, pues cinco años más tarde tanto él como el P. Messias Cohelo se alinearían a la postura oficial (Cf. Fr. François M. des Anges. Fatima. Joie intime…, p. 376).
[26] Fr. François M. des Anges. Sœur Lucie…, p. 431.
[27] Este testimonio de Sor Lucía se relató en la edición de agosto de 1985 de Para Ti publicado en Argentina.
[28] Es de notar que Maria do Fètal mantuvo sólidamente esta postura hasta 1989, año en que comenzó súbitamente a desdecirse, diciéndole al P. Caillon que “cuando en el curso de estos últimos años, yo os afirmaba que sor Lucia decía que la consagración no estaba hecha, no reportaba las palabras de sor Lucia, yo inventaba…”, perdiendo toda credibilidad. (Cf. Fr. François M. des Anges. Fatima. Joie intime…, pp. 373-375. Véase también Kramer, P. O derradeiro…, pp. 327 et ss).
[29] Según el texto publicado de la carta dactilografiada y fotocopiada que, con la firma de sor Lucía, está dirigida a Maria de Belém y datada el 29 de agosto de 1989, y en evidente contradicción con la carta indudablemente auténtica de sor Lucía al P. U. Pasquale, del 13 de abril de 1980.
[30] Sobre la correspondencia de Lucía, el P. Ramiro Sáenz dice que “A todas respondía, al principio, escribiendo a mano, luego con una máquina de escribir con memoria que le facilitó mucho las cosas. Luego quemaba las cartas y de las respuestas guardaba copia. Mantuvo ese ritmo hasta el 2000 en que ya todo se le hacía más dificultoso y se publica su libro Apelos da Mensagem de Fatima, una respuesta genérica a todos los temas” (Op. cit…, p. 177). W. Thomas Walsh cuenta que habría aprendido a dactilografiar con las doroteas (Op. Cit., p. 197).Por el contrario, el P. Kramer refiere que el 11 de octubre 1990, Carolina, la propia hermana de sangre de Sor Lucía, le dijo al P. Gruner en Fátima: «No puede uno fiarse de ‘cartas de Sor Lucía’ escritas a máquina, porque ella ni siquiera sabe escribir a máquina» (Cf. Kramer, P.P. O derradeiro…, p. 332). Su superiora, la Madre Maria do Carmo, entrevistada el 10 de mayo de 1991 por Manuel Vilas-Boas de O Jornal, dice que “cuando ella responde, lo hace de puño y letra” (“de sa propre main”, en la transcripción de Fr. François. Cf. Fatima. Joie intime…, p. 380).
[31] El 22 de octubre 1990 un prestigioso experto forense indica que la presunta firma de Sor Lucía en una de esas cartas escrita en computadora es una falsificación. El 12 de octubre de 1992, en el Centro Pablo VI de Fátima, Frère François de Marie des Anges acusó a Mons. Luciano Guerra de haber falsificado principalmente la del 21 de noviembre de 1989, como detalla en su artículo “Ces lettres sont des faux” (CRC no 267, mai 1990) y en su versión aumentada “Consécration de la Russie: lettres apocryphes de soeur Lucie”, no refutados hasta el momento (http://crc-resurrection.org/toute-notre-doctrine/contre-reforme-catholique/message-de-fatima/consecration-de-russie-lettres-apocryphes-de-soeur-lucie/ Cf. También http://www.fatimacrusader.com/cr94/pg38.pdf ). Por otra parte el carácter apócrifo de las cartas había sido denunciado ya en 1991 por João Alvares en el Diario de Coimbra (4 de septiembre y 11 de octubre de 1991).
[32] Morlier, L. Le Troisième Secret…, p.78. El autor destaca la sospechosa aparición de temas retóricos extraños a la vidente, así como la ausencia de devoción al Corazón Inmaculado.
[33] En la primera se lee “La hizo después Su Santidad Paulo VI, el 13-V-1967. Me preguntaron si estaba hecha tal como Nuestra Señora lo pidió. Respondí que no: por el mismo motivo, faltaba la unión con los obispos de todo el mundo” (sic!, según la cita del Carmelo de Coimbra). En la segunda, dirigida a Walter M. Noelker, se lee: “El mismo Soberano Pontífice Paulo VI ha hecho la consagración en el Sagrado Concilio con la participación de numerosos obispos. Se me preguntó enseguida si había sido hecha como Nuestra Señora la había pedido, y yo respondí que no, pues no debía haber sido hecha con todos los obispos reunidos en una sala…” (sic!). Afirmación no solo “stupide”, sino extraña al mensaje de Tuy, como nota Fr. François M. des Anges (Cf. Fatima. Joie intime…, pp. 376-377).
[34] Fr. François M. des Anges. Sœur Lucie…, p. 436.
[35] Durante el National Marian Congress organizado por el P. Fox en Dakota del Sur, el obispo de Leiría, Mons. do Amaral, declaró el 13 de mayo de 1990: “Todo nos lleva a creer que la consagración solicitada por Nuestra Señora ha sido hecha. No importunemos más al Santo Padre, que ha hecho todo lo que le era posible hacer” (Voz de Fátima. nº 813, 13 de junio de 1990, p. 7).
[36] Así, el P. Kondor, vicepostulador que sustituyó al P. Agustín Fuentes luego de la entrevista eclesialmente incorrecta de 1957, dice que Lucía le indicó como señal de la aceptación celeste, y del cumplimiento de la petición: “¡Mire hacia el Este. La respuesta se ve!” (Cit. Por Sáenz, R. Op. cit…, p. 273). En carta del 26 de enero de 1991 el sacerdote le respondió a un profesor de la Universidad de Coimbra que le había preguntado a quién sor Lucía había declarado que la consagración de Rusia estaba hecha: “corre el rumor (sic!) de que la persona que afirmó por primera vez que había escuchado decir a sor Lucía que la consagración ha sido aceptada es una de sus primas, Maria do Fètal” (Morlier, Le Troisième Secret…, p. 79). Es justamente esa misma prima, la que hasta 1989 sostuvo siempre exactamente lo contrario.
[37] En este sentido, L. Morlier hace notar que, hasta la de mayo de 1988, es decir cuatro años después del último intento de consagración, en las ediciones oficiales de las Memorias de sor Lucía, se leía en la nota 11 a la III Memoria: “Las condiciones para la consagración de Rusia y, en consecuencia, para su conversión, tales como Nuestra Señora las pidió, ¿han sido satisfechas? Lucía ha manifestado su opinión contraria. Por ello seguimos sufriendo las consecuencias del comunismo ateo, que, en la mano de Dios, es un instrumento para castigar al mundo por sus pecados”. A partir de 1990 la nota original fue reemplazada por la siguiente: “Sor Lucía afirma que la consagración hecha por Juan Pablo II en unión con los obispos, el 25 de marzo de 1984, corresponde al pedido de Nuestra Señora y ha sido aceptado por el cielo” (Cf. Le Troisième Secret…, pp. 135-136).
[38] Fr. François M. des Anges. Sœur Lucie…, pp. 436-437.
[39] Al voto de obediencia se debe añadir que la misma Lucía declaraba más de una vez, que ella solo transmite el mensaje y que la interpretación queda reservada a las autoridades de la Iglesia. Ratificación sostenida ante los Cardenales Bertone y Ratzinger en el 2000.
[40] Cf. Fatima. Joie intime…, pp. 383-386.
[41] Cf. Vennari, J. “La consagración de Rusia no se cumplió” en Catholic Family News, nº 2, 2002; también Ferrara, Ch. A. False friends of Fatima, New York, Good Counsel Publications, 2012, en particular chapters 3 y 10.
[42] Véase en la red la polémica posterior a la publicación de A. Socci, A. (Il quarto segreto di Fatima, Milano, Rizzoli, 2006) entre el autor y el Cardenal Bertone. Socci le señala manipulación de documentos, en especial de cartas de sor Lucía, haciéndole decir lo que no dijo o callando lo dicho; “¿cómo es posible –se pregunta el autor- que más de 10 horas que contabilizaron los tres encuentros, no se hayan grabado, verbalizado o filmado, y solo resten unas notas tomadas por el Cardenal de las que se conocen solo 42 palabras?” (http://www.antoniosocci.com/perche-il-papa-smentisce-bertone-e-messori/ ).
[43] Es de notar que hasta la misma biografía oficial -y ultracensurada- de sor Lucía, Um caminho sob’ o olhar de Maria, editada por el Carmelo de Coimbra en 2013, desmiente con citas del diario de Lucía (Mon Chemin, T. 1, p. 158) la peregrina afirmación de Mons. Bertone que atribuía a la “intuición” (sic!) de la vidente, y no a la Virgen Santísima, la fecha de 1960 como tope para la revelación de la tercera parte del secreto (Cf. Il est ressuscité! n° 144, octobre 2014).
[44] Evaristo, Carlos. “Fátima, Soeur Lucia témoigne. Le Message authentique”, Chalet, 1999, pp. 62-63.
[45] Cf. Kramer, P. O derradeiro…, p. 332.
[46] Entre tantas, su categórica carta del 13 de abril de 1980 al P. Umberto Pasquale (“Nuestra Señora, en Fátima, en Su petición, solo se refirió a la Consagración de Rusia. En la carta que escribí al Santo Padre Pio XII –por indicación del confesor– pedí la consagración del mundo con mención explícita de Rusia”). Las sospechas se ahondan cuando la religiosa aparece declarando que “el Tercer Secreto no está destinado para ser revelado. Solo era para el papa y la jerarquía inmediata de la Iglesia” (!) y que “Nuestra Señora nunca dijo” que debía ser revelado, todo esto en abierta contradicción con numerosas declaraciones, como la célebre entrevista con el Cardenal Ottaviani, y con cartas documentos fehacientes, como las cartas dirigidas al Canónigo Barthas e incluso el propio diario de Lucía (t.1, p. 158) citado en su biografía oficial de 2013, Um camino sob’ o olhar de Maria.
[47] Ya en su primera memoria Lucía cuenta que su madre, María Rosa “jamás hubiera tolerado una mentira de sus hijos” (Memorias…, p. 33).
[48] Semejante barbaridad (en realidad, la consagración es nula si el sacerdote no pronuncia la fórmula por más intención que tenga), sumada a la evidente contradicción de estas declaraciones con lo sostenido por ella durante décadas, ha hecho pensar a ciertos estudiosos que la verdadera vidente fue, al menos en algunas ocasiones, posiblemente sustituida, como es el caso de L. Morlier, que destaca además las notables diferencias estilísticas (Le troisième secret…, pp. 117, 133-139), y de los Hnos. Dimond, que sostienen esta tesis abiertamente y la reafirman con el análisis del video de una segunda entrevista del mismo tenor, justo al año siguiente, el 11 de octubre de 1993. Por su parte, los PP. Gruner y Kramer dejan constancia de sus “dudas” sobre la entrevistada, mientras que Frère François Marie des Anges concluye que la “entrevista” fue montada para tratar de desautorizar los pedidos de Consgración de Rusia con las condiciones pedidas por la Santísima Virgen (Cf. Kramer, P.P. O derradeiro…, pp. 332-333).
[49] Morlier, L. Le troisième secret…, p. 136.
[50] Video en italiano substitulado en español en: https://www.youtube.com/watch?v=k2_ReOoZhak En versión textual francesa en: https://www.infocatho.fr/1929-marie-demande-la-consecration-de-la-russie-a-son-coeur-immacule-sans-etre-exaucee/
[51] Ya en 1990 había hecho declaraciones similares. Cf. Entrevista a Mons. J. Cordes, vicepresidente del Pontificio Consejo para Laicos, en 30 Giorni de marzo de 1990.
[52] Cf “ Le Cardinal J. Cordes démolit la ligne de parti sur la Consécration de la Russie” Mai 17, 2017 (http://viens-seigneur-jesus.forumactif.com/t27261-le-cardinal-cordes-demolit-la-ligne-de-parti-sur-la-consecration-de-la-russie)
[53] Cf. “Breaking: Cardinal Burke Calls for Consecration of Russia To Immaculate Heart of Mary”, May
19, 2017 (http://voiceofthefamily.com/breaking-cardinal-burke-calls-for-consecration-of-russia-to-immaculate-heart-of-mary/ En ‘Rome Life Forum’ sobre “El Secreto de Fátima y una Nueva Evangelización”).
[54] Cf. https://lifepetitions.com/petition/consecrate-russia-to-the-immaculate-heart-of-mary-petition
[55] Mons. J. A. Mata (1946-), ex presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que ha tenido el valor de denunciar los excesos de Daniel Ortega, sufrió en julio de 2018 un intento de asesinato, del cual salió milagrosamente indemne.
[56] Cf. “Mons. Juan Abelardo Mata Guevara solicitará al Papa la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María en unión con todo el Episcopado Mundial” 18 de septiembre de 2013 (http://www.catolicidad.com/2013/09/mons-juan-abelardo-mata-guevara.html.). También el R.P. N. Gruner y Ch. Ferrara, presidente de la Asociación de Abogados Católicos de EEUU, se presentaron al Parlamento de la Unión Europea el 24 de octubre de 2012 con el sostén de dos eurodiputados italianos, para que dicho cuerpo requiriera la consagración al papa Benedicto XVI.
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