La he vivido en la parroquia vecina de Lardero. Donde, tras una calurosa y muy ordenada procesión, he concelebrado, presidido y predicado, con gran concurrencia y participación la Santa Misa del titular de la Parroquia: San Pedro Apóstol. Sin olvidar, claro está, al gran San Pablo. Un precioso día de fiesta, convivencia y alegría, sin que importen demasiado las altas temperaturas. Una foto de la Iglesia parroquial y su retablo mayor, con la imagen de San pedro ya preparada para la procesión.
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