El dibujo que he colocado arriba el primero es de un artista llamado Jake Weidmann, calígrafo. Las siguientes obras me parecen fascinantes. La caligrafía artística es todo un mundo de detalles, de matices, de creatividad conceptual en la que no se trata de plasmar el mundo, por lo menos no el mundo visible.
El segundo dibujo, también arriba, es una fascinante selva de caracteres: cuando la letra se convierte en jungla. No sé de quién es esta obra. Pero el tercero (abajo) sé que es de un ruso, Pokras Lampas.
Y por último los graffitis, me gustan tanto. Son el complemento ideal de una ciudad. Arte fresco. Creatividad incontenible, creatividad que surge en las paredes con la misma vitalidad que el musgo. De este, solo sé que está en Beirut.
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