No voy a hablar de parroquias grandes. En templos con mucho culto los horarios suelen ser fijos y además estar colocados en sitios visibles. Me referiré especialmente a parroquias pequeñas, aunque para todos podrían valer.
Es frustrante, indignante y cabreante la falta de cuidado en los horarios de cada parroquia. Por eso, y siempre desde la experiencia de uno, me atrevería a hacer algunas sugerencias:
- Horarios visibles y fácilmenter localizables. Visibles para que cuando alguien se acerque al templo no tenga problemas en enterarse a la primera de los horarios básicos como son misas, confesiones y despacho. Digo fácilmente localizables para que no sea necesario dar dos vueltas al templo para encontrar un cartel con tantas informaciones que cuesta Dios y mucha ayuda enterarse del horario de misas.
- Una forma de contacto, que puede ser un teléfono o al menos un correo electrónico. Pero una forma que, en caso de urgencia, permita conectar con el párroco o persona adecuada al instante. Les cuento cómo lo tengo organizado. El teléfono fijo de mis parroquias se encuentra en cualquier guía y en carteleras. Si alguien llama y no puedo atender en el momento, salta el contestador que ofrece el número de mi teléfono móvil, que no apago NUNCA. Simplemente lo dejo en silencio durante las misas o el confesionario.
- Cumplimiento estricto de los horarios. Solemos cumplir el de las misas, otra cosa es despacho o confesionario. Es muy molesto comprobar el horario de despacho, acudir a la hora… y cerrado. El responsable, y ojalá sea un sacerdote, se ha retrasado, está de ejercicios o en un encuentro. Igualmente molesto o más es que ocurra con el horario de confesiones. Una persona desea acercarse al sacramento de la reconciliación o necesita hacerlo imperiosamente y… nadie en el confesionario. Pregunta. Vendrá, no vendrá, llegará tarde…
- Preocuparse de actualizar la información de la parroquia que aparece en la red. Se me ocurren de momento dos lugares: la guía diocesana y misas.org. Pudiera ocurrirnos que en una ocasión se cambiara alguno de ellos y en las redes continúe el horario antiguo. Mucha gente hoy va directamente a las redes. Cuidado.
- Horario de invierno y verano. Muchas parroquias tienen pequeñas variaciones en verano e invierno que suelen afectar de manera especial a las misas vespertinas. También las hay que en verano suprimen misas, especialmente en grandes ciudades, o las aumentan en zonas de veraneo. Es clave que se sepa exactamente cuándo se considera verano o invierno: ¿con el cambio de hora oficial? ¿meses de julio y agosto? Que se sepa.
Y, si en algún momento surgiera algún imponderable, en pueblos pequeños no es extraño, no cuesta tanto poner un cartel avisando.
Cosas sencillitas, pero que tal vez pudieran ser útiles a alguien. Con esa intención van.
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