He estado unos días en el dique seco por culpa de una pequeña pero molesta intervención quirúrgica que me impedía mirar a la pantalla del ordenata más de cinco minutos seguidos.
Hoy, festividad del beato Álvaro del Portillo, ya me encuentro en condiciones de inflar el globo y de echarlo a volar. A ver qué os parece este video, que se publica en la web del Opus Dei.
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