Bueno, octubre me inspira, así que me largué nomás a escribir mi “librito” sobre “LA FAMILIA ANTE EL DESAFÍO DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO".
Les pido que recen por mí, para que lo pueda hacer bien y pronto.
Les dejo la introducción, espero que a muchos les dé ganas de leerlo.
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Presentación
EL CAMINO ES EL AMOR
En mi adolescencia me gustaba mucho cantar, y al haber transitado esa etapa en grupos juveniles –y luego el seminario-, mi memoria está poblada de letras y melodías hermosas, cargadas de sentido, cuya hondura sólo años después logré desentrañar.
Una de las canciones que más me atraía y sigue atrayendo es aquella que al finalizar cada estrofa decía: “LO SABEMOS, EL CAMINO ES EL AMOR”. Una y otra vez se repetía esa frase, en tonos menores y mayores, como para que quedara claro.
Pues bien: el presente librito sobre el tema LA FAMILIA ANTE EL DESAFÍO DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO es fruto de una serie de charlas que vengo dando desde hace un año aproximadamente. A lo largo de estos meses el Señor me fue mostrando que si bien la batalla en la que estamos inmersos es una batalla real, es dura y es decisiva –está en juego la felicidad y la salvación eterna de las futuras generaciones- no debía olvidarme de algo esencial: “EL CAMINO ES EL AMOR”
Esta afirmación quiere ser –como imitando la armadura de clave al principio de una partitura partitura- la definición del sentido y el tono de este escrito, así como señalar lo que anhelo pueda suceder en cada lector: que logremos amar más y mejor, a Dios, a nuestra familia, a nuestra Patria, e incluso a quienes hoy están en el error. Escribo por amor también a ellos, con la certeza de que muchos quizá nunca han experimentado o descubierto el verdadero amor.
No esperes encontrar, entonces, en esta obrita, burlas, ridiculizaciones, y ni siquiera juicios temerarios ni menos aún calumnias. En la batalla cultural tenemos enemigos, que quieren imponer exactamente lo contrario que nosotros, pero a ellos, a cada uno, Jesús nos invita a amarlos: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a quienes los persiguen”
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“EL AMOR SE REGOCIJA CON LA VERDAD”
En el memorable capítulo 13 de la Primera Corintios, se nos insiste en la centralidad del amor con acento inequívoco. Resuenan con fuerza en mi interior cada vez que lo leo aquellas palabras de Pablo: “Si no tengo amor, no soy nada” ¡No soy nada!
Sin embargo, se me había pasado por alto muchas veces una expresión que hace poco tiempo redescubrí: “El amor se regocija con la verdad”.
En esta frase encontramos unidas dos realidades vitales, que atraviesan nuestra existencia cotidiana: amor y verdad. Realidades que no siempre sabemos unir: decimos la verdad sin amor, o amamos renunciando a la verdad.
Si el amor se regocija con la verdad, podemos decir también que “el amor se entristece con el error y la mentira”.
Y si el mismo San Pablo nos invita a “estar siempre alegres”, está claro que no hay verdadera alegría fuera de la verdad. Y que si queremos ser servidores de la alegría de nuestros hermanos, hemos de analizar y denunciar el error, y hemos de desenmascarar la mentira.
Al combatir el error, y especialmente el error funesto de una falsa antropología, estoy seguro de estar haciendo un servicio a la libertad de las personas. Jesús nos ha dejado una expresión perfecta de la unión de estos aspectos: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Jn 8, 31-32)
La Antropología que proponen quienes difunden la perspectiva de género se presenta como si fuera liberadora. Pero al ser errónea, y al contener también omisiones que no pueden ser involuntarias, acaba –como toda falsa antropología- sumergiendo al hombre en nuevas y peores esclavitudes.
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UN CAMINO ABIERTO
Tal vez te parezca que mis aspiraciones son demasiado elevadas. Espero estar a la altura del propósito inicial, y lo haré recorriendo un camino que tendrá los siguientes pasos.
1. Cómo es la antropología de género
2. ¿Antropología, perspectiva o ideología?
3. Origen de la ideología de género: filosofía, pseudociencia, feminismo, geopolítica… El nuevo orden mundial.
4. Las fases del proceso de reingeniería social en Argentina.
5. Las verdades enloquecidas de la Antropología de género.
6. Crítica desde la filosofía, la medicina, la psicología y la política.
7. “Los creó varón y mujer”: la antropología bíblica y su actualidad.
8. La actitud cristiana ante quienes experimentan atracción al mismo sexo.
9. ¿Qué podemos hacer? Pistas educativas, cívicas y espirituales.
A lo largo del escrito citaré diversos autores que son fuente de muchas de mis afirmaciones. No obstante, no quiero poner en tus manos una obra científica y de difícil lectura. Muchas veces citaré afirmaciones –todas chequeadas- de diferentes pensadores, pero será tarea tuya buscar el lugar exacto en sus obras.
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COMPRENDER LA FRAGILIDAD HUMANA, ABRAZAR LA COMPLEJIDAD DE LA VIDA
La frase es del Papa Francisco en la exhortación “Amoris Laetitiae”, y si bien hablé del amor al inicio, quisiera concretar aún más esta dimensión.
Este librito no está escrito en contra de las personas que sienten atracción hacia su mismo sexo, o que tienen confusión o dudas sobre su identidad sexual. No está escrito en contra de quienes han elegido ese estilo de vida.
Conozco a muchos hermanos que viven en alguna de esas circunstancias, y he encontrado en muchos de ellos personas hermosas, llenas de vida, solidarias, talentosas, que hacen de su vida un don para los demás. Muchos experimentan sufrimiento por los sentimientos que los habitan, en algunos hay historias de dolor tremendas.
Tengo la satisfacción personal –como, estoy seguro, la tienen la inmensa mayoría de mis hermanos sacerdotes- de no haber maltratado, estigmatizado, ofendido ni discriminado a nadie por su condición o estilo de vida. No soy homófobo, ni propongo la criminalización de la homosexualidad, ni propongo un discurso de odio.
Pero tengo también la satisfacción de haber intentado siempre –y seguiré haciéndolo- mostrarles el camino hacia Jesús, y anunciarles la Buena nueva sobre el amor humano y la sexualidad, convencido de que ese es el camino de plenitud.
Sería feliz si alguno de ellos encontrara en estas páginas motivos para mirar el futuro con esperanza, con la certeza de que el Amor de Dios, su Bondad infinita, los espera en el Paraíso.
A María, a quien veneramos como “Madre del Amor Hermoso”, nos alcance vivir la verdad en el amor, y el amor en la verdad.
Padre Leandro Bonnin
30 de septiembre de 2019
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