Hay infocatólicos e infocatólicos. Los hay que pasan como de puntillas, sin romperlo ni mancharlo, otros dejan sus comentarios de forma más que discreta y los hay que han dado el paso del conocimiento personal. Lo cierto es que se va formando una buena red de amigos con los que se agradece el encuentro.
Dicho esto, algunos de estos infocatólicos hete aquí que se pensaron podría ser una buena idea verse en Braojos, sufrir en persona las cavernarias ideas de un servidor, aguantar incluso alguna de sus misas y, para hacer más llevadera la penitencia, aportar unas frugales viandas y unas quisicosas de aperitivo.
Pues en Braojos aparecieron ya el viernes el caballero Tannhäuser, alias Luis Fernando, proveniente de Madrid, Manoletina, alias Verónica con su distinguido esposo José Diego, venidos desde Murcia, y el trio zarauztarra compuesto por Sabino, Silvia y Sofía. Unos nos conocíamos, otros es ese momento y tuvimos un primer encuentro en torno a muchas cosas de comer, porque desde cada lugar apareció lo mejor de cada casa en forma de abundantes vinos y cervezas, ensaladas y ensaladillas, jamón y queso, exquisita cecina…
Solo un problema esa noche. No conseguimos el ventilador que nuestra amiga murciana pedía para mitigar el bochorno nocturno. ¿Ventilador dice? Eso en Braojos no existe. Llegaron con 21 grados y esa noche bajó la temperatura hasta 14. Ventiladores en Braojos…
Los murcianos, insensatos, ellos, habían quedado con un cura cavernario de nombre Francisco José Delgado, ilustre bloguero de Infocatólica, nada menos que a las 6:30 h. -sí, de la mañana- en el puerto de Cotos para subir al pico de Peñalara. Allá ellos. El resto mañanita tranquila por Buitrago para conocer esa espléndida villa medieval y comprar más comida, porque comer y beber, vive Dios que se hizo.
Comida en la casa parroquial de Braojos, la que tenemos para acogida de grupos y un ratito de descanso para caer en las garras de don Francisco, que me dicen soltó un rollo misionero – evangelizador – peruano con algunos añadidos propios que fue seguido con atención y hasta aplaudido con frenesí, quizá para evitar una segunda parte. Servidor entre tanto escaqueose y largose al rosario y a celebrar la misa vespertina.
Más tarde tuvieron su misa presidida por don Francisco al que se le reprochó vivamente por parte de nuestra amiga zarauztarra que no le permitiera cantar, cosa que se lleva como una espinita a su casa. La cena, en el mesón de Braojos en forma de hamburguesa especial y abundante cerveza.
El domingo, tras cumplir don Francisco y un servidor con las obligaciones parroquiales previas, nos dirigimos a Braojos para celebrar la misa de las 13 h. con su minerva. A esa hora aparecieron don Cavernícola frenético, también llamado J.A.H., proveniente de Baracaldo, y el siempre querido, admirado y respetado nuestro señor director de Infocatólica, Juanjo Romero, a quien Dios guarde (a ver si con el peloteo me aumenta el sueldo, que total cobrando cero, si me sube un veinte por ciento cobro lo mismo, pero queda bien) acompañado por uno de sus retoños.
Es especial la misa en Braojos por el entorno, una iglesia preciosa, y por esa procesión de minerva que hacemos los terceros domingos de mes desde el año 1589. Lástima tener que aguantar a su párroco.
Tras la misma, la mesa. En esta ocasión, en la casa parroquial de La Serna que, como pueden ver por la foto, dispone de un precioso jardín y una excelente barbacoa. Cuatro cosillas en forma de degustación de todas las exquisiteces que nuestros amigos quisieron traer desde sus tierras y unos enormes chuletones que llegaron desde Zarauz que, siendo vascos, los chuletones y los portantes, está dicho todo. Añádase postres variados compraditos esa misma mañana en Buitrago y todo regado con más vino y más cerveza. Un fondo de banderas nada sospechosas donde no se ve bien el detalle de que la ikurriña lleva cosida en su parte de atrás la bandera de España. A esta comida se incorporó con evidentes deseos de participar en todo, lo comestibloe, que no el canto, el buenazo de Socio.
Se cantó, ya lo creo que se cantó, de manera solemne el oriamendi, en ejecución -era para ejecutarnos- a la que se unión a través de videoconferencia Haddock, usease Iñaki de Tolosa. Por fin se cantó todo lo que Silvia deseaba. Quede para el respetable el dato de que al poco rato fuimos castigados por nuestra temeridad con una imponente tromba de agua.
Dicho esto, quiero destacar lo agradable del encuentro. Hablamos de muchas cosas y, cómo no, de Infocatólica, portal que sentimos como algo nuestro, y al que apreciamos muy de corazón. Sugerimos cosas al director, comentamos algunas anécdotas y a casita, carretera y manta.
Repítase. He dicho.
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