Homilías del Papa y Temas sacerdotales
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Jesús Mateo, es un sacerdote amigo de Valladolid, que manda diariamente un lindo comentario del Evangelio, que vale la pena meditarlo y compartirlo también con los seglares.
Yo lo pongo ahora todos los días en uno de mis Blogs. Franja.
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23 de Noviembre, Sábado de 2019.
Comentario: "DIOS NO ES DIOS DE MUERTOS, SINO DE VIVOS" (Lc 20, 27-40).
¿Sabes quiénes eran los saduceos y qué doctrina sostenían?
Eran personas de la alta sociedad, miembros de familias sacerdotales, cultos, ricos y aristócratas.
No creían en la Resurrección negaban la inmortalidad del alma.
(Dios mío, cuántas personas existen, hoy día, también, que no creen en la resurrección de la carne, que no creen en la otra vida. El Demonio ha logrado que muchos no crean en esta verdad fundamental).
En el Evangelio de hoy, un grupo de saduceos se acercan al Señor para plantearle una cuestión que le ponga en aprieto.
Según la ley del levirato, si un hombre moría sin dejar hijos, el hermano tenía obligación de casarse con la viuda para suscitar descendencia a su hermano. Las consecuencias de esta ley parecen provocar una situación ridícula a la hora de la resurrección de los cuerpos.
El Señor contesta reafirmando la existencia de la resurrección, y, al enseñar las propiedades de los resucitados se desvanece el argumento de los saduceos.
Les dice que en este mundo, los hombres contraen nupcias para perpetuar la especie.
Tras la resurrección no habrá más nupcias porque los hombres no nacerán ni morirán.
El Señor citando la Sagrada Escritura pone de manifiesto el grave error de los saduceos.
Esta verdad es el fundamento de nuestra fe.
Rezamos en el Credo:
"Resucitó al tercer día según las Escrituras".
"Creo en la resurrección de la carne y en la vida futura".
¡Qué triste tiene que ser no creer en la otra vida; pensar que todo acaba aquí!.
Tú y yo le damos gracias a Dios por nuestra fe.
Creemos que Jesús resucitó, y creemos que nosotros resucitaremos un día con Él.
Jesucristo afirma con toda claridad:
"Quien come mi carne y bebe mi sangre vivirá eternamente".
Cuánto ayuda el pensar que la vida continúa tras la muerte. ¿Lo haces con frecuencia?
Además, Jesucristo, nos promete el Cielo.
Pide, ahora, conmigo,
"que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo".
Jesús Mateo. Sacerdote..
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Que Dios pague ese esfuerzo diario y que Santa María la Virgen no nos abandone nunca. Franja.
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Confeccionado por Franja
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