A través de muchas entrevistas el documental de Beta Films nos va acercando a lo que fue la vida de un matrimonio normal, que transmitió a sus hijos y amigos un ejemplo de vida cristiana en el día a día.
Su hija Concha, que actualmente vive en Kenia, deja unos recuerdos muy evocadores: “Yo nunca me acuerdo de mis padres pensando en ellos, sino que cada uno pensaba en el otro y en los demás”.
Ellos no hacían grandes cosas, sino que enfocaban todo desde el amor
Uno de los personajes más impactantes del documental lo protagoniza Isabel Bueno, una empleada del hogar que trabajó en casa de los Alvira desde muy joven y durante muchos años. Además de describir el ambiente de aquella casa, da alguna clave para entender a este matrimonio: “Ellos crearon una casa normal, con ocho hijos. Pues fíjese, para vestirlos ¿qué les compro?, ¿qué les pongo? Era un matrimonio tan sencillo... Ellos no hacían grandes cosas, sino que enfocaban todo desde el amor”.
Nos dimos cuenta de que nos querían a nosotros, al conserje
de la escuela, a la gente de la oficina; a todo el mundo
Otro matrimonio, mucho más joven que los Alvira, los García Arenillas, por distintas circunstancias tuvieron mucho trato con ellos, y en su entrevista también reflejan el impacto que les causaron: “Este matrimonio, yo creo que quería así a todo el mundo. (...) Porque en algún momento llegamos a pensar: ¡Qué suerte tenemos! ¡Cuánto nos quieren estas personas! Pero nos dimos cuenta de que nos querían a nosotros, al conserje de la escuela, a la gente de la oficina; a todo el mundo”.
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