También es un cristiano que ha reflexionado mucho, y muy en serio, sobre la fe, y sobre cómo hacer llegar la fe a los demás. De hecho, la fe le convirtió en el Hombre Donut.
En vídeos y festivales infantiles, llenos de juegos y música cristiana, acompañado de su amigo el donut Duncan, llega el momento en que explica que todas las personas tienen –como los donuts- un agujero, un vacío, la necesidad de ser completados, y que solo Dios puede llenar con su amor.
El amor humano es bueno, pero no es suficiente: ese vacío solo lo puede llenar Dios. Sus discos y DVDs de canciones y espectáculos infantiles han vendido más de 7 millones de copias.
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Juan Ramón Domínguez Palacioshttp://anecdotasypoesias.blogspot.com.es
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