Y cómo se ha notado en este feliz Domingo de la Palabra de Dios. Hemos celebrado niños, jóvenes y mayores, escuchando, reflexionando y cantando: "Tu Palabra me da vida...
Hemos colocado el Libro de la Palabra, la Biblia, en el centro y al recibir cada uno un Palabra divina para él, estoy seguro que le llegó al corazón. Al menos ha llenado de gozo el mío.
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