Han aconsejado, en la televisión, que la mejor aplicación para saber con quién hemos estado en contacto y avisarles si hemos contraído la COVID es el papel y lápiz: apuntar las personas con las que hemos estado cada día. Yo ya he empezado ayer sábado.
—cuatro canónigos
—una priora en locutorio
—novicia portera sin locutorio
—abadesa, en el torno
—he hecho arrumacos a cuatro bebes, uno de ellos con lombrices
—dos obispos eméritos
—la vecina antipática del sexto
—el rabino liberal ese que me invitó a merendar para consultarme no sé qué del purgatorio
No sé, ahora pienso que no debí entrar a escoger los quesos en ese convento. Lo hice por ayudarles y ahora pienso que les he podido llevar la muerte. “El padre nos predicó y nos contagió la COVID; lo hizo todo en la misma mañana”.
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