Nick: Aprende un poco
Email: [email protected]
Comentario: Usted es un berzotas.
Un ejemplo que acabo de inventarme, pero suficiente para que nos demos cuenta de cómo andan algunas cabezas.
Caguetas. En realidad, más que caguetas, es que se van literalmente por la pata abajo. Gente que se cree estar en posesión de la verdad, que posiblemente piensen que tienen todos los argumentos y todas las razones, pero con una mente y una forma de entender la dignidad del todo mejorables.
Caguetas y cobardes incapaces de decir algo tan simple como esto:
- Soy Fulano de Tal, laico, religioso de tal o sacerdote de cual.
- Sus argumentos están equivocados por esto, esto y esto, cuando la realidad es esta por tal, tal y tal.
- Y si quiere que lo hablemos, usted o cualquier comentarista, este es mi mail
Esta gente, los llamados trolles en lenguaje técnico y toca eso en román paladino, son lo que son: cobardes, frustrados, aburridos e iletrados.
Evidentemente en este blog no tienen cabida. Alguno se me puede haber pasado, pero nada más. Abran su blog y sean felices. Nadie va a perder el tiempo respondiendo a un tipo así.
Pero es que además de caguetas son ignorantes. Son esos que, amparados en un supuesto anonimato, sueltan por su boca lo que deberían evacuar por la retaguardia. Es sencillo: quizá alguno sea incluso un aparente buen religioso o un sacerdote con fabricada fachada piadosa. Más que quizá, muy posiblemente. La experiencia enseña mucho sobre dobles, triples y cuádruples vidas.
Los llamo, además, ignorantes, y quizá a a alguno ahora mismo le esté haciendo un favor, porque en cualquier portal medio normal además del nick, que puden ver todos en el comentario, además de la dirección de una cuenta de correo, que ven solo el bloguero y los técnicos de la web, y que evidentemente se puede inventar y cambiar una y mil veces y suprimir sin demasiadas dificultades, también aparece la IP de la conexión, que es algo así como el DNI irrepetible que identifica sin lugar a dudas desde dónde se ha dejado el comentario. La IP, como el algodón, no engaña. Una IP concreta, que aparece siempre, es una conexión a internet concreta.
Oiga, ¿Y se puede llegar a saber exactamente esa IP dónde está? Sí. ¿Ciudad, calle y número? Sí. Pero es que hay programas que camuflan la IP. Si. Y otros que la siguen. Pero no será fácil. No. Pero es posible. Ya digo que sí. Imaginen la sorpresa que supone enterarte, por ejemplo, que el comentarista “Aprende un poco", que acaba de llamarte berzotas, en realidad es el R. P. Agúndez, de los padres társilos, el hermano Modesto, de los reverendos modestinos, la madre Gundisalva o don Veremundo, presidente de abogados cristianos por la auténtica tradición. Y, como decía un amigo mío, estas las cosas las cuento no por expriencia, sino porque me han pasado.
Hay que ser cobarde, cagueta y necio para llegar a un portal, travestirte en cualquier cosa y echar un rato para crear o inventar una cuenta de correo con el fin de llamar berzotas a alguien, eso sí, dejando bien visible tu IP. Es como el ladrón que se mete a robar en una mercería con una media en la cabeza y vestido con el traje de plumas de Salomé en Eurovisión, y que al marchar deja sobre el mostrador su tarjeta de visita.
Y son tan memos que encima pretenden no solo que publiques sus deposiciones, sino que ademas respondas.
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