"Este domingo, que inaugura nuestras primaveras, es el más hermoso y singular. Antes de este día los pájaros no cantan; se limitan a ensayar".
Hace una semana, la noche del Domingo de Ramos, un ruiseñor se acercó a mi ventana —estaba yo en El Soto— e inició su primera balada del año. No le salió muy bien; ahora comprendo que sólo era una prueba de sonido. Hoy ya habrá entonado el aleluya para anunciar a pleno pulmón que Jesucristo ha resucitado y vive entre nosotros para siempre.
Publicar un comentario