Drama familiar sobre las consecuencias de la política del hijo único en la vida de una joven pareja china. Dos matrimonios se adaptan a los grandes cambios sociales y económicos que tienen lugar en China desde la década de 1980 hasta el presente.
Con una puesta en escena naturalista, Xiaoshuai ofrece un duro retrato social, que no oculta críticas claras a la represión llevada a cabo por el Partido Comunista durante la Revolución Cultural, donde se encarcelaba a la gente por ‘delitos’ como tocar música occidental.
En especial se pone en solfa al temible control de natalidad por parte del estado; parece que al realizador se lo han permitido porque ahora la legislación se ha relajado, en teoría, pues se mantiene el límite de dos hijos por pareja… ¡y además hay que rellenar solicitudes para ello!
En especial se pone en solfa al temible control de natalidad por parte del estado; parece que al realizador se lo han permitido porque ahora la legislación se ha relajado, en teoría, pues se mantiene el límite de dos hijos por pareja… ¡y además hay que rellenar solicitudes para ello!
Hasta siempre, hijo mío se centra en los cambios que estos años han traído en las personas individuales, y aborda de forma positiva el sentimiento de culpa, que puede destrozar a quien lo padece durante toda su vida. Las interpretaciones son buenas. (Almudì JD). Decine21: AQUÍ
Juan Ramón Domínguez Palacios
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