Esta imagen me llegó por Facebook hace ya unos cuantos años. No sé si a Ella le importará que hayan utilizado un poco de photoshop, pero a mi me consuela mucho mirarla, porque sé que Ella acoge a cada uno de esos niños a los que no dejan nacer. Y el intenso dolor se vuelve ternura por un momento. ¿Cómo podemos estar tan ciegos? Sobrecoge esta espantosa realidad. Mi único consuelo es mirarla, ya le digo.
Como veis es una fotografía de la Macarena, la preciosa Virgen dolorosa conocida y venerada en todo el mundo. En esta ocasión no llora por su Hijo clavado en la cruz; alguien le ha puesto un niño en sus brazos, y las lágrimas de María hablan de esa criatura indefensa y de las que son asesinadas antes de ver la luz del sol.
A mí también me enternece este retrato a pesar del photoshop.
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