Que rabia que hoy tenga que poner esta pintura y no las fotos



Hoy hemos tenido la comida de Navidad de los curas de la diócesis. Pondría aquí las fotos, pero el sacerdote que las ha tomado ha debido equivocar alguna letra en mi correo electrónico y no me ha llegado nada. Y este sacerdote es de otro país y justamente de él no sé en qué parroquia está. Y los que estaban a mi lado tampoco lo saben. ¡Si me lees, envía las fotos!

En fin, la comida, como siempre, ha sido un grandísimo gozo. La carne era deliciosa; buena, buena, pero buena de verdad. El postre, as usual, nata entre dos capas de bizcocho: horrible. Hasta los calvinistas tomaban cosas mejores de postre. Llevo más de veinte años luchando contra la herejía y contra ese postre en concreto. Y he obtenido más éxitos en el primer campo que en el segundo. Al cura incrédulo de mi edad, le he aconsejado unas gafas nuevas.

Hemos almorzado en el claustro del antiguo monasterio de las bernardas. El marco era óptimo. Las mesas alargadas ocupaban las cuatro arcadas. Curas mayores y jóvenes, seminaristas y canónigos, entre bromas y chascarrillos, nos lo hemos pasado muy bien. No hemos pecado con la lengua ni venialmente. Y eso que yo he sentido cierta tentación en un momento. Pero la conciencia ha prevalecido.

He digo “canónigos”. En fin, solo quedan dos canónigos y uno no estaba presente. Si hacéis cuentas, veréis, entonces, que solo estaba presente uno. Esa es otra lucha mía, como la del postre. Y eso que no tengo ni el más mínimo interés por canonjía alguna. Ni el más mínimo. Prefiero mil veces ser vicario general que canónigo. Pero, entendedme, una catedral sin canónigos es como un árbol de navidad sin bolas.

Un cura que me sustituyó dos años después como secretario del obispo me ha preguntado qué edad tenía yo. No se lo ha creído cuando le he dicho que cincuenta años. Evidentemente, daba por supuesto que no bajaba de los sesenta. Este tipo de signos me van advirtiendo que me voy alejando de la edad de los seminaristas para adentrarme más bien en la edad de don Felipe Lope Taravillo.

Ah, tenemos un seminarista de cincuenta y cuatro años. Bueno, creo que ya he contado todo lo esencial de esta mañana de adviento.

Let's block ads! (Why?)

09:39

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets