Cuentan que en una de las primeras ocasiones que Victoriano de la Serna se vistió de luces, había un banderillero que le ayudó a vestirse y que insistía en que para ser torero había que apretarse bien los machos.
Mientras tanto, Victoriano asentía con la cabeza pero con la mente puesta en el festejo a lidiar. Sin embargo, una vez regresaron de la plaza se encontraba francamente cansado y una vez desvestido comprobó como aquel banderillero no hablaba en sentido figurado sino al pie de la letra, como mostraban las faltas de riego piernas del matador.
La expresión apretarse los machos forma parte del numeroso grupo de frases taurinas que ha transgredido dicho ámbito para pasar a integrar el lenguaje coloquial popular.
Sin embargo, como todo buen aficionado sabe, los machos son las borlas que cuelgan en el vestido de luces, sobre todo aquéllas que sirven para ajustar la taleguilla a las corvas. De ahí, la expresión apretarse los machos, indicando metafóricamente estar dispuesto a emplearse a fondo durante la lidia.
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Juan Ramón Domínguez Palacios
http://anecdotasypoesias.blogspot.com.es
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