Y no son todavía ni las doce de la mañana. Lo cuento porque de vez en cuando me cuestionan qué puede hacerse en estos pueblos un día cualquiera entre semana. Pues por ejemplo:
Rezar laudes y el oficio de lecturas
Desayunar
Arreglar la cocina y la casa
Poner una lavadora
Encender la estufa
Marchar a Buitrago para unas gestiones en el banco
Poner gasolina al coche y comprar astillas para encender la chimenea
Poner al día la contabilidad de las parroquias
Hablar con el de las campanas para revisar las de Braojos
Hablar con el de la megafonía para mirar lo de Gascones
Tender la ropa
Son las 11:15 de la mañana. Pausa para el café.
Preparar el correo semanal para las tres parroquias
Escribir este post para el blog
Preparar la misa de mañana, San Vicente mártir, titular de la parroquia de Braojos
Responder algunos correos pendientes
Recoger la ropa
Hacer de cocinero, porque hay que alimentarse.
¿Y a la tarde?
Planchar
Catequesis en Braojos
Misa en Braojos
Misa en Buitrago, supliendo al párroco que está de ejercicios
Rezar el resto del oficio…
Una vida de lo más aburrida. Ya lo ven.
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