Y cada vez más. Pues si los “jefes” nos explican que Dios, que Cristo no nos hacen falta, que la doctrina de la Iglesia es del todo irrelevante, ya podemos dedicarnos a otra cosa y lo que tiene que hacer nuestra gente es olvidarse de cosas caducas como el pecado, la conversión, la oración o la gracia para apuntarnos a cualquier ONG laica y reducir el mensaje de salvación a puro altruismo y el cielo a un paraiso en la tierra ¿de qué me sonará a mí esto?
Encontrarme con un laico sin formación, o con una formación perfectamente deformada, que en sus ideas y reflexiones omita deliberadamente cualquier referencia a lo trascendente, ya cuento con ello, aunque el laico esté en tres consejos, dos asociaciones y alguna directiva laical incluso diocesana. Que haya sacerdotes que, apuntados al carro de la modernidad y de la comodidad de paso, reduzcan su predicación y su ministerio a un hablar de solidaridad y un celebrar la solidaridad, ya sabemos que ocurre.
Entiendo, incluso, que haya algún obispo tocadito por la cosa de ser solidario, periférico, profético, y peripatético, que acabe tan patético como para reducir su ministerio episcopal a un genérico estar con los pobres.
Pero, por Dios, otros, al menos, podrían disimular. Ya ni eso.
Acabo de leer -y eso que el domingo no es día penitencial, todo lo contrario, pero eso que me quito de purgatorio-, el mensaje del prefecto del Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral de la Santa Sede, cardenal Turkson, con motivo del “Domingo del mar".
Por el mensaje, que pueden leer aquí en varios idiomas, me he enterado de los graves problemas que sufren los pescadores y marineros, que igual me podía haber enterado por otros medios, ya que a esos datos hoy con internet se accede sin especiales dificultades. Ahora bien, sabido esto, me ha sido imposible ver una luz que me ayude a comprender lo que pasa y que nos invite a los católicos y a la gente del mar a vivIr y transformar la realidad a la luz del evangelio y la doctrina de la Iglesia.
Nada. Cero patatero. No aparecen en el texto NI UNA SOLA VEZ palabras como Dios, Jesucristo, Cristo, Iglesia, fe, conversión, oración. No hay una sola cita del evangelio, de documentos de la Iglesia. NADA DE NADA. No e sla primera vez. Patrece que últimamente todos los memsajes están cortados por el mismo patrón.
Solo al final una referencia a María, Estrella del mar. Y ya.
El resultado es sencillo. Si todo lo que tiene que decir la Iglesia en el “Domingo del mar” es citar un par de documentos “laicos” sobre pesca y decirnos que hay problemas, para eso no hacen falta ni papa, ni obispos o curas, están de más los sacramentos, sobra la oración y mejor nos apuntamos a la ONG “MI PADRE TIENE UN BARCO MECACHIS EN LA MAR".
Parece que hoy los asistentes al ángelus del papa en la plaza de San Pedro flojeban bastante. Normal. Visto lo visto, mejor estarán en la cofradía de pescadores negociando con los sindicatos.
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