Debemos confiarnos a Dios, decir la verdad. Lo dijo el Papa este viernes en la homilía de la misa de la casa de Santa Marta. Él puede hacerlo. Cuándo lo hará, cómo lo hará, no lo sabemos. Esta es la seguridad de la oración. La necesidad de decirlo con verdad al Señor. "Tengo este dolor...", pero siempre la verdad, como es la cosa. Y Él escucha la necesidad, pero siente que nosotros pedimos su intervención con seguridad. Pensamos si nuestra oración es necesaria y segura: necesaria porque nos decimos la verdad a nosotros mismo y segura porque creemos que el Señor pueda dar aquello que nosotros pedimos.

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